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La disputa por un archipiélago paraliza las relaciones comerciales

Varias multinacionales japonesas amenazan con abandonar China

Varias empresas japonesas, entre ellas grandes multinacionales como Toyota Motor, cerraron ayer sus instalaciones en China ante el recrudecimiento de las protestas antiniponas en ese país por una disputa territorial, que amenaza los millonarios intereses de ese país.

Las protestas han supuesto desde ayer el cierre de superficies y fábricas de decenas de empresas japonesas y en caso de persistir podrían hacer que a corto plazo algunas corporaciones modificaran planes de inversión en suelo chino e incluso que pudieran abandonarlo, tal como aseguró ayer un portavoz del gigante automovilístico Toyota.

El mayor fabricante japonés de vehículos, que decidió no abrir ayer algunas de las fábricas que posee en ciudades como Tianjin, Changchun o Sichuan, pretende alcanzar los 1,8 millones de unidades vendidas en 2015 en el mercado chino, el doble que en 2011. Un objetivo que difícilmente se podrá conseguir si se prolongan la oleada de protestas en las que se ha podido ver imágenes de manifestantes chinos destrozando coches de esta marca.

Estos incidentes se han intensificado progresivamente desde el 11 de septiembre, fecha en la que Japón adquirió de manos de un particular japonés terrenos de las disputadas islas Senkaku (Diaoyu en China), un archipiélago de 7 kilómetros cuadrados, ubicado en el Mar de China Oriental, rico en bancos de pesca y que se cree alberga importantes reservas de hidrocarburos.

El movimiento de Toyota fue seguido por otros fabricantes de vehículos como Nissan, Honda o Mitsubishi, que también detuvieron sus fábricas y que todavía no habían decidido si las reabrirían hoy, mientras que Mazda optó por cerrar su planta de ensamblaje de Nanjing al menos hasta el viernes.

En China, donde la presencia de empresas niponas se multiplicó por 10 entre 1990 y 2000 hasta superar de largo el millar, algunos fabricantes de electrónica como Panasonic o Hitachi tampoco abrieron sus fábricas y oficinas, ante los daños sufridos en las turbulentas manifestaciones acaecidas el domingo.

Un nuevo frenazo al comercio mundial

La Organización Mundial del Comercio alertó el lunes de que revisará a la baja las últimas previsiones de crecimiento de los interambios comerciales, como consecuencia de la crisis de la deuda en la zona euro y del frenazo en gran parte de las economías desarrolladas. En abril ya pronosticó que el flujo de exportaciones e importaciones crecería tan solo un 3,7% frente al 5,4% que lo había hecho de media en los últimos veinte años. Ahora la cifra será revisada a la baja y en esa degradación puede jugar un papel importante el conflicto entre China, primer exportador del mundo, y Japón, cuarta en la lista. Entre ambas aglutina una cuota exportadora del 15%, que no ha bajado en el primer semestre del año, todo lo contrario que el resto de grandes naciones exportadoras, en especial las de la zona euro.

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