Rafael Fontana asume todo el poder ejecutivo de Cuatrecasas
El segundo despacho de abogados español por facturación y número de abogados, Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, ha decidido remodelar su cúpula directiva ante la inminencia del juicio de su presidente. Emilio Cuatrecasas cederá las funciones ejecutivas del bufete a Rafael Fontana.
El hasta ahora director general de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, Rafael Fontana, asume desde ayer las funciones ejecutivas de la firma como consejero delegado, una tarea que ha realizado el hijo del fundador de la firma, Emilio Cuatrecasas, desde los 23 años y que dejará de desempeñar en favor de su hombre de confianza. Emilio Cuatrecasas, no obstante, seguirá presidiendo el despacho, aunque sin entrar en la gestión del mismo.
La decisión se adopta después de que el Juzgado 32 de Barcelona haya exigido a Emilio Cuatrecasas declarar el próximo viernes 21 de septiembre por presunto fraude fiscal de cuatro millones de euros. Ante esta acusación, la junta de socios de la firma decidió votar el pasado 31 de julio la remodelación de la dirección con el objetivo de poner en marcha cuanto antes el Plan Estratégico 2020 y desvincular el proceso judicial de la trayectoria de la firma.
Nuevos consejeros
La reunión, además, sirvió para renovar al consejo de administración del despacho que desde ese momento está integrado por 14 miembros. Se incorporan al mismo como vocales Martí Adroer, Jorge Badía, Ricardo Echevarría, Miguel Trías y Alberto Moya. El consejo sigue presidido por Emilio Cuatrecasas, mientras que Rafael Fontana asume el cargo de consejero delegado y Raimundo Segura el de secretario. Diogo Perestrelo, Francisco Pérez-Crespo, Antón Pérez-Iriondo, Eduardo Ramírez, Diogo Perestrelo y María João Ricou renuevan vocalías y completan el total de los consejeros.
El nuevo órgano de administración asume el papel de llevar a cabo el Plan Estratégico 2020 con éxito. Rafael Fontana, que ha vivido tres crisis económicas dentro del despacho, afronta esta etapa "con responsabilidad". Entre sus primeras líneas de actuación destacará la apuesta por la búsqueda de nuevas oportunidades en el exterior, como la que este año 2012 han encontrado en Angola y Mozambique.
No serán los únicos mercados de interés para Cuatrecasas ni las únicas vías de exploración. La nueva estrategia pretende incidir en la institucionalización del despacho, así como en la renovación de los órganos de gobierno, la incorporación de socios jóvenes a las tareas de gestión y la innovación en la atención al cliente.
Para Rafael Fontana, este nuevo diseño de la firma "supone un reto y una responsabilidad. Mis objetivos se centran en continuar los proyectos apuntados por el anterior Consejo de Administración, aportar valor a la firma de modo permanente y continuar la estrategia de negocio con especial incidencia en la internacionalización del despacho. En esta tarea cuento con un equipo ilusionado dispuesto a seguir avanzando hacia el servicio que los clientes están demandando de nuestra firma".
En este sentido, el compromiso con los socios del despacho ha ido en aumento en este último año. Cuatrecasas fue junto con Garrigues una de las firmas que decidió cambiar su modelo de partnership.
Hasta marzo de este año, la firma contaba con dos tipos de socios. Por un lado, se encontraban los socios profesionales, cuya remuneración dependía de una retribución específica, y por otro, los socios de cuota, cuya retribución estaba vinculada al porcentaje de cada uno en la propiedad de la firma. Ahora, la mayoría son socios de cuota, es decir, titulares con participación en el capital del despacho. Este último cambio parece cerrar una etapa.
El hombre de confianza sube al primer escalón
Rafael Fontana comenzó en Cuatrecasas, Gonçalves Pereira en el año 1983, cuando apenas la firma contaba con 17 abogados. Casi 30 años después, este abogado, nacido en Barcelona en el año 1954, liderará el segundo despacho por facturación y número de letrados de España, tan solo superado por Garrigues.El antes director general asumirá el control del bufete que desde los 23 años dirigía Emilio Cuatrecasas. La decisión se adopta después de que el consejo de administración del bufete decidiera relevarle para evitar que su paso ante la justicia impactara en el prestigioso bufete.Deslindar las cuestiones personales de las profesionales ha sido la estrategia del despacho para no poner en juego el negocio. Con 974 abogados y 242,6 millones de euros de facturación, el bufete es un conglomerado internacional con sucursales por todo el mundo y una marca ligada a la excelencia. La acusación por fraude fiscal de su presidente e hijo del fundador llega en el peor momento, coincidiendo con una crisis no solo económica sino de valores que está golpeando los cimientos de uno de los sectores más conservadores del tejido empresarial, como es la abogacía.Para limitar la onda expansiva, la firma ha decidido ser más agresiva en esta separación y nombrar al hombre de confianza de Emilio Cuatrecasas para asumir el timón. Rafael Fontana ya empezaba a acostumbrarse a figurar en este papel institucional. Lo hizo a principios de año cuando ofreció el discurso tradicional después de Navidad a los socios y medios de comunicación.En esa ocasión, Fontana disculpó en privado al presidente con la excusa de que no quería convertir ese evento en una rueda de prensa paralela al juicio. Apareció por primera vez como lo que es hoy: la nueva cara de Cuatrecasas.