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Coincide con la celebración de la Diada

Protesta masiva en favor de la independencia de Cataluña

Bruselas recuerda que si el proceso de secesión triunfa quedarán fuera de la UE y deberán pedir su adhesión.

Cataluña se convirtió ayer en un clamor exigiendo un nuevo pacto fiscal con el Gobierno central y la independencia de España. En el acto oficial de celebración de la Diada, toda la plana mayor de la política catalana, encabezados por el presidente autonómico, Artur Mas, y la presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert, enviaron un mensaje desafiante al presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, quien tildó de "algarabía" los actos. "Si no hay acuerdo sobre el pacto fiscal, el camino de Cataluña hacia la libertad está abierto, y esta manifestación independentista constituirá una clara prueba de ello", apuntó Mas una vez terminados los actos oficiales.

El presidente declinó acudir a la manifestación que se celebró ayer por la tarde en el centro de Barcelona y que congregó a dos millones de personas, según los organizadores, bajo el eslogan Cataluña, nuevo Estado en Europa. A la hora de inicio de la manifestación, la cola de manifestantes ocupaba ya tres kilómetros. Otra prueba de lo multitudinaria que fue lo constituye el hecho de que se desplazaran más de mil autocares de otras localidades de Cataluña.

Este movimiento provocó un rechazo frontal en las grandes formaciones políticas, lo que puede hacer saltar por los aires las alianzas tejidas por Mas para sacar adelante sus cuentas. Así lo evidenció la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, quien se planteó romper con CiU tras el discurso "independentista del presidente catalán. Lo más importante para él es la soberanía fiscal. Eso tendrá claras consecuencias en el Gobierno de Artur Mas", insinuó en relación al apoyo otorgado al presidente catalán para sacar adelante los presupuestos de este año.

Esa unidad se convirtió en división en el PSOE, donde una gran parte del sector catalanista, como los ex consejeros Ernest Maragall o Antoni Castells, acudieron a la cita, pese al rechazo expresado por otros diputados como Carme Chacón.

La manifestación en favor de la independencia también tuvo su eco en la Comisión Europea. El portavoz comunitario, Oliver Bailly, recordó ayer que si Cataluña se independiza de España quedará fuera de la UE y tendrá que pedir de nuevo su adhesión si quiere formar parte del club europeo. "Una supuesta independencia de Cataluña debería respetar la legislación internacional -y pasar por el proceso de reconocimiento- puesto que no existe ningún tratado de la UE que regule este aspecto", advirtió.

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