El Gobierno cree que es urgente un pacto por la cultura digital que aúne seguridad y flexibilidad
El secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, aseguró ayer que es urgente la firma de un pacto por la cultura digital en España que combine la seguridad jurídica con la flexibilidad que ofrecen los contenidos digitales. Un acuerdo que, según explicó, debe incorporar a creadores, empresas del mundo de la cultura, consumidores y compañías de la industria digitales.
Tras su intervención en el Encuentro de Telecomunicaciones organizado por Ametic y la Universidad Menéndez Pelayo, Lassalle confió en el acuerdo, recordando que ya en la anterior legislatura las distintas partes fueron capaces de llegar a pactos para definir algunas de las líneas principales de actuación en este ámbito.
En su ponencia, Lassalle señaló que el establecimiento de un régimen de protección de los derechos de la propiedad intelectual frente a quienes violan estos derechos es una prioridad para el Gobierno. "Uno de los ejes principales de la estrategia de política cultural será la protección de la propiedad intelectual", indicó el secretario de Estado, que añadió que el Gobierno busca apoyar la creación y la formación del capital humano.
De igual forma, aseguró que es necesaria una cobertura jurídica eficiente para defender a quienes quieren extender sus modelos de negocio en internet. "Hay que ser capaces de encontrar nuevos equilibrios para que el desarrollo tecnológico no afecte a los propietarios de los derechos de propiedad intelectual", dijo.
Lassalle apostó también por un cambio en la mentalidad, indicando que el objetivo final es ofrecer nuevos productos a través de los medios digitales.
En este sentido, Lassalle adelantó una próxima modificación parcial de la Ley de Propiedad Intelectual, a la que sucederá un cambio más profundo, esta vez dependiendo de Bruselas.
En términos económicos, el secretario de Estado de Cultura recordó que el mercado global de contenidos digitales movió más de 10.400 millones de euros durante el pasado año, en línea con los cerca de 10.500 millones de 2010. Lassalle afirmó que estos negocios han sabido mantenerse a pesar de la crisis.