El Gobierno francés liquidará el banco rescatado CIF
El Gobierno francés liquidará la actividad del banco inmobiliario Crédit Immobilier de France (CIF), al que otorgó una garantía el pasado fin de semana ante el riesgo de que hoy se viera en la imposibilidad de afrontar sus obligaciones financieras.
El fin programado del CIF fue una de las condiciones fijadas a su consejo de administración, que el viernes pasado solicitó una garantía pública al Estado, ha indicado una fuente del Ministerio de Finanzas citada hoy por el periódico Le Monde.
"El modelo económico del grupo ya no es viable", ha señalado la fuente, ya que se basaba en financiarse únicamente en los mercados porque no tiene negocio de depósitos, algo que no podía mantenerse después de que el pasado martes la agenda Moody's rebajara de golpe la calificación de su deuda en tres escalones.
Una de las razones dadas para justificar la liquidación es que esa será una exigencia de la Comisión Europea, que debe dar su visto bueno a la garantía pública.
El cese de la actividad de esta entidad bancaria dedicada exclusivamente al crédito inmobiliario será progresiva y, teóricamente, puede prolongarse durante años mientras gestione los préstamos que ya tiene en curso, pero no podrá otorgar otros nuevos.
El Ministerio francés de Finanzas no había precisado hoy el monto exacto de la garantía que va a aportar, que los analistas han cifrado en unos 4.700 millones de euros de forma inmediata y en total en unos 20.000 millones.
El Gobierno, por boca de su primer ministro, Jean-Marc Ayrault, insistió en que todo ello no tendrá ningún coste para el contribuyente y tampoco tendrá impacto sobre el déficit público o la deuda.
Otra de las condiciones impuestas por el Ejecutivo para el rescate fue la sustitución inmediata del presidente del CIF, Claude Sadoun, reemplazado por el momento por Bernard Sevez, uno de los administradores.
En el comunicado de presentación de la operación, el departamento de Finanzas indicaba que espera que Sadoun renuncie a la indemnización por despido de 1,5 millones de euros que, según el rotativo "La Tribune", ha sido autorizada por Sevez.
El monto del rescate no plantea una nacionalización del banco, que seguirá formalmente en manos de las sociedades regionales con las que se constituyó en 1908, aunque en la práctica ha quedado bajo la tutela del Estado.
El CIF, que aseguró en un comunicado que gracias a las garantías del Estado podrá "respetar el conjunto de sus compromisos financieros", cuenta con algo más de 300 sucursales en Francia, en las que trabajan 2.500 empleados, y tiene otorgados unos 34.000 millones de euros en créditos (el pasado año concedió 5.100 millones), de ellos 1.404 millones considerados de dudoso cobro.
Se trata del segundo rescate de un banco francés, después de Dexia, entidad que ha tenido que ser salvada en dos ocasiones por las autoridades francesas y belgas.