Un empresario frente a Obama
Exitoso hombre de negocios, atento padre de familia y político prudente, Romney es la opción republicana al despacho oval
Un frío empresario y un esposo comprensivo. Eso es lo que se dice de William Mitt Romney, el candidato republicano que se enfrentará el próximo 6 de diciembre a Barack Obama en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El martes anunció de manera oficial su candidatura durante la primera jornada de la Convención Republicana en Tampa (Florida). Desde ese día y hasta el pasado jueves han pasado por ese escenario el gobernador de New Jersey, Chris Christie; la mujer del candidato, Ann Lois Davies; la exsecretaria de Estado Condoleezza Rice; el candidato a vicepresidente, Paul Ryan; el senador Marco Rubio, y el propio Romney, con su discurso de aceptación de la candidatura.
Todo han sido alabanzas para este hombre de 65 años, que tiene a sus espaldas una vida de logros empresariales, políticos y familiares. El menor de cuatro hermanos, hijo de George W. Romney y Lenore LaFount Romney, la vocación política le viene desde niño. Su padre fue tres veces gobernador de Michigan y se presentó como candidato a las primarias republicanas de 1968. Sin embargo, Richard Nixon truncó su llegada a la Casa Blanca, aunque le ofreció a cambio formar parte de su equipo de gobierno como Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano.
La carrera como político de uno de los dos candidatos actuales a presidente de la mayor potencia mundial comenzó en 1994, cuando se presentó como rival de Edward Kennedy para lograr un escaño en el Senado. No lo consiguió, pero cuatro años después encontró una nueva oportunidad para impulsar su carrera. En 1998 tomó el mando del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City de 2002. Los preparativos olímpicos se habían visto envueltos en un escándalo y Romney fue el elegido para reconducir el evento debido a su experiencia empresarial, en auge desde la década de los 80. El de Michigan, donde nació en 1947, logró convertir los Juegos en un éxito y su popularidad creció en todo el país. Esto hizo que se presentara como candidato a gobernador de Massachusetts en 2003 y lograra la victoria. Sin embargo, sus medidas políticas fueron, y siguen siendo, bastante criticadas entre los más conservadores. Romney aprobó una reforma sanitaria que daba asistencia a todos los residentes en el país. Avances que no son parte de los programas de los republicanos y de los que Romney ha tenido que retractarse para perseguir su candidatura a las presidenciales de 2012, hasta el punto de criticar la reforma sanitaria de Obama, que dicen, se basa en la suya.
Uno de los problemas a los que Romney hace frente es la desconfianza que despierta su condición de mormón
La influencia de su padre no solo queda patente en su vocación política, sino en la empresarial, ya que George W. Romney también fue presidente de la American General Motors Corporation. Su hijo no se ha dejado tapar por la poderosa sombra de su progenitor, al contrario, le ha servido de inspiración. Mitt se graduó en Derecho y Empresa en 1975 en la Universidad de Harvard. Poco después comenzó a trabajar en Brian & Company y en 1984 fundó Bain Capital. Esta firma ayudó a lanzar y reconstruir numerosas empresas, como Staples, Bright Horizons y The Sports Authority.
Romney es el hombre perfecto por excelencia. Ha logrado éxito en todas las facetas de su vida. Se casó en 1969 con su novia de la infancia, Ann Lois Davies, con la que ha tenido cinco hijos que le han dado la alegría de ser abuelo ya de casi 20 nietos. Su matrimonio no ha sido un camino de rosas durante estos 42 años, pero la pareja sigue igual de unida que al principio, hasta el punto de que Romney habla de su esposa como de "su alma gemela". Ann ha tenido que hacer frente a un cáncer de mama, ya superado, y a la diagnóstico de una esclerosis múltiple. Esta capacidad de superación de la pareja se ha convertido en un arma que la aspirante a primera dama está usando para que su marido llegue a la Casa Blanca. Durante el discurso que dio en la Convención Republicana el pasado martes, la esposa de Romney trató de mostrar la parte más humana de su marido al explicar cómo le ha servido de apoyo durante sus enfermedades. Además, dijo que su esposo ama Estados Unidos: "æpermil;l nos llevará a un sitio mejor; denle esa oportunidad, denle a EE UU esa oportunidad".
El voto de la mujer es clave en las elecciones de EE UU y Ann Davis tiene que hacer frente a la queridísima Michelle Obama. De momento no va por mal camino. Su cuenta de Twitter tiene ya 65.000 seguidores y eso que no ha llegado a los 100 tweets.
Uno de los problemas a los que se enfrenta Romney es la desconfianza que genera el secretismo de la iglesia mormona en EE UU, de la que es fiel devoto. Durante su juventud pasó dos años en Francia como misionero mormón para la Iglesia de los Santos æscaron;ltimos Días y posteriormente fue obispo mormón en Boston. El otro, es la falta de una clara postura política, que ha ido variando a lo largo de su carrera. Para fortalecerla cuenta con el apoyo del que ha nombrado candidato a vicepresidente, Paul Ryan. Un joven muy conservador que despertó grandes aplausos durante su discurso en Tampa.
Mitt Romney es un hombre luchador y persistente. No hay nada que se le resista y por eso ha decidido presentarse a las presidenciales, a pesar de fracasar en 2008, cuando no logró batir a John McCain, que finalmente tampoco llegó a la Casa Blanca. Este carácter ganador es lo que le motivó a anunciar en 2011 su candidatura a las elecciones de 2012. Veremos si mantiene su carrera ejemplar de glorias.