Guindos prevé que la factura del rescate bancario no exceda de 62.000 millones

El ministro de Economía de España aseveró ayer, a través de la prensa extranjera, que el coste del rescate del sector financiero no sobrepasará el entorno de los 62.000 millones, en línea con la estimación de Oliver Wyman y Rolan Berger. Guindos también advirtió que el esperado programa de compra de deuda del BCE no reducirá el esfuerzo de ajuste fiscal del Gobierno.

Se avecina un mes de septiembre más que movido para el sector financiero español -con la publicación de los test de estrés definitivos y la puesta en marcha del rescate europeo al sector- y el ministro de Economía, Luis de Guindos, quiso enviar un mensaje ayer a los mercados aseverando que no habrá más sorpresas. El ministro volvió a utilizar para ello a la prensa internacional, concretamente el International Herald Tribune, al que afirmó que el coste total de la reordenación estará acorde con las estimaciones que ya publicaron en junio las consultoras Oliver Wyman y Rolan Berger: en torno a los 62.000 millones de euros.

"No creo que vaya a ser muy diferente", declaró respecto a la evaluación que debe presentar Wyman a mediados de septiembre, la cual incorporará las auditorías individuales a las que se ha sometido a la banca, y se considera como el ejercicio definitivo de radiografía del sector. De hecho, el ministro aseveró que "si hay discrepancias" entre la valoración de la consultora y los requerimientos que hagan las propias entidades, Wyman "es quien tiene la sartén por el mango, sin lugar a dudas". Los 100.000 millones que el Eurogrupo ha puesto sobre la mesa para sufragar la reestructuración bancaria serían, por tanto, más que suficientes.

El proceso de intervención, reestructuración y, si fuera necesario, liquidación de entidades con problemas se podría desarrollar en paralelo a la negociación para aprobar un segundo rescate a España. Este paso, que la mayoría de analistas da ya por seguro, ha sido exigido por el Banco Central Europeo como condición indispensable para iniciar un programa de compra de deuda soberana -en la que los fondos comunitarios FEEF y MEDE adquirirían títulos en el mercado primario y el propio BCE en el secundario- que permita al país financiarse en los mercados sin la fortísima presión sobre la prima de riesgo (ayer en los 503 puntos).

Las condiciones específicas sobre el apoyo del BCE, sin embargo, no serán discutidas hasta la reunión que tiene prevista la institución el próximo 6 de septiembre. El banco central alemán, el Bundesbank, ya ha avisado de su rechazo a nuevas compras de deuda. El Gobierno español rechaza pronunciarse sobre la petición de un rescate hasta dicho momento. En la citada entrevista, Guindos sostuvo que "los mercados nunca han estado totalmente cerrados" y que España ha logrado seguir financiándose aunque a mayor coste. Con todo, el ministro expresó su confianza en que el BCE terminará aprobando un programa que "va a tranquilizar a los mercados y va a ser una importante ayuda".

"El Gobierno español acepta que la intervención del BCE en los mercados secundarios no debe relajar el esfuerzo de consolidación fiscal", advirtió el ministro, que defendió que "tenemos que dar tranquilidad al BCE de que vamos a cumplir con nuestros compromisos" de reducción del déficit. Del texto de la entrevista original se deduce que el ministro deja la puerta abierta a endurecer los ajustes, si bien desde el Ministerio aseveran que Guindos solo habló de reforzar los esfuerzos para cumplir con la agenda actual.

Rubalcaba: "Rescate desnatado"

Todo rescate de un país, ya "sea semidesnatado, desnatado o completo", todos "son malos", denunció ayer en rueda de prensa el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. "La prueba es que el Gobierno anda filtrando por ahí que viene un rescate suave y Guindos nos cuenta que hablan de condicionalidad", remachó, interpretando también que el ministro habla de nuevos sacrificios fiscales a cambio de las ayudas.

"Escasez" de pisos en áreas metropolitanas

En el caso de los precios de las propiedades, creo que la caída ha terminado en ciertos segmentos del mercado", adelantó el ministro de Economía, Luis de Guindos, en su entrevista al International Herald Tribune. "En algunas áreas metropolitanas, incluso estamos empezando a ver escasez de suministro", llegó a declarar, en un momento en el que los balances de la banca española siguen inundados de inmuebles sin vender. Estas dos afirmaciones de Guindos planean sobre la gran asignatura pendiente del Ejecutivo de cara al rescate bancario: el diseño de una sociedad que absorba los inmuebles de las entidades con problemas, el llamado banco malo. Uno de los debates pendientes es al precio al que se efectuará ese traspaso. Si la rebaja de precios actual se considera suficiente, cuentan los expertos inmobiliarios, será difícil atraer inversión privada que se haga con ellos.