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Avanza el 4,41% con la expectativa del apoyo de Draghi

El Ibex retoma los 7.000 puntos y gana el 10,6% en dos días

La Bolsa española ha optado por revisar el discurso de Mario Draghi, tras la decepción inicial. Pese a un fallo técnico que suspendió la negociación buena parte de la jornada, el Ibex repuntó ayer el 4,41% con lo que suma un repunte del 10,6% que le devuelve sobre la cota de los 7.000 puntos.

El Ibex ha vuelto a encontrar en el BCE el fuelle con el que alimentar los avances. Ayer reconquistó los 7.000 puntos, una cota que había perdido a principios de julio, y cerró en los 7.053,6 tras apuntarse un alza del 4,41%. El avance no llegó a quedar deslucido por la larga suspensión de negociación en la Bolsa española, que estuvo paralizada durante casi cinco horas por problemas técnicos. El mercado ya había apostado por las compras en la jornada del viernes, en que el Ibex ganó el 6%, y decidió dar continuidad ayer a la subida. Así, y tras la decepción inicial que el pasado jueves causó Mario Draghi a los inversores, el Ibex ha recuperado el 10,6% en dos días, el mayor avance en dos jornadas entre las Bolsas europeas. De hecho, el rally de la Bolsa española ya se acerca al repunte del que ya había disfrutado en las jornadas previas, cuando el presidente del BCE anunció en Londres su voluntad de hacer todo lo que estuviera en su mano para asegurar la supervivencia del euro. Tales palabras, conocidas por el mercado el 26 de julio, en las jornadas previas a la reunión del BCE, supusieron un repunte para el Ibex del 13,2% en tres jornadas, casi cercano al registrado en los dos últimos días. En cualquier caso, el selectivo español sigue a la cola europea en el balance de lo que va de año, con una caída acumulada del 17,66%.

La expectativa del mercado bursátil, compartida con claridad por el mercado de deuda -en especial a corto plazo-, es que el BCE se lance en ayuda de los países en dificultades con un abundante programa de compra de deuda, aunque el requisito previo sea la petición del rescate a los socios europeos. Aun así, quedan obstáculos por vencer, como la persistente reticencia del Bundesbank alemán a las compras de deuda por parte del BCE.

Pero lo que en un primer momento se interpretó como un dramático jarro de agua fría, parece ser ahora optimismo para los inversores. El Ibex despuntó en Europa con un alza del 4,41%, apuntalada por Santander y telefónica. Sus respectivas alzas del 4,01% y 4,81% contribuyeron a casi un tercio del avance del selectivo, al que también sumó sin duda la ganancia del 9,27% de Repsol, del 8,17% de Mapfre o el 8,04% de Iberdrola. El contrapunto estuvo en CaixaBank, que perdió el 3,29% el día en que materializó el canje de títulos para la absorción de Banca Cívica, y en Técnicas Reunidas y Grifols, que completaron la escasa lista de valores en pérdidas con caídas respectivas del 2,41% y el 0,58%.

El alza de la Bolsa española se produjo con escaso volumen, propio de la operativa de agosto y consecuencia también del prolongado fallo técnico en el mercado. Se negociaron un total de 1.743 millones de euros, cifra que aun así queda lejos de mínimos.

El optimismo del parqué español, al que también contribuyó en cierta medida el cierre de posiciones cortas, no se contagió al resto de Bolsas europeas, que concluyeron la jornada con avances más moderados. Así, la Bolsa italiana se anotó un avance del 1,54%. El Euro Stoxx ganó el 1,13%; el FTSE londinense, el 0,37%; el Cac parisino, el 0,81% y el Dax alemán, el 0,77%.

Las cifras

9,27% es el alza que se apuntaron las acciones de Repsol, la mayor del Ibex 35.3,17% fue el avance para BME, que no se resintió en su cotización pese a un prolongado fallo técnico.

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