Banesto y Santander unen su inmobiliaria
El estreno de Javier San Félix como consejero delegado de Banesto no fue precisamente durante el mejor momento del banco. La filial de Santander cerró el semestre con un beneficio de 34,6 millones de euros, lo que significa una caída del 88%.
Como en el resto de las entidades financieras la caída se debe a las fuertes provisiones que ha realizado el grupo para sanear sus activos inmobiliarios según exigen los dos decretos aprobados por el Gobierno. En este caso, Banesto ha dedicado a saneamientos y provisiones 1.190 millones, de los que 663,4 millones corresponden a riesgos y activos inmobiliarios, que representa el 55% -junto a los 400 millones destinados a finales del año pasado- de las necesidades de provisiones estimadas para cubrir sus activos tóxicos. Para realizar estas dotaciones el banco ha generado beneficios extraordinarios por 641 millones, de los que 373 millones corresponden a la venta de su aseguradora a Santander y de carteras de créditos que estaban íntegramente provisionadas, y 268 millones se originan por resultados de otras operaciones financieras.
Pese a sus bajos beneficios el banco espera finalizar este año el saneamiento de su riesgo inmobiliario sin presentar pérdidas al cierre del ejercicio, ni cancelar su dividendo y sin pedir ayudas. "Nuestra política de reducir el riesgo inmobiliario hará que las provisiones sean menores de aquí a que acabe el ejercicio", señaló San Félix.
Eso sí, la entidad volverá a recurrir de a matriz, Santander, para realizar una operación intragrupo que le permitirá liberar capital. Javier San Félix anunció el viernes que el banco está en proceso de fusionar su sociedad de gestión de activos inmobiliarios, Mesena, con Altamira, propiedad de Santander, "lo que, efectivamente, permitirá desconsolidar los activos inmobiliarios del balance".
Banesto está aplicando una política de venta de estos activos "que ya está dando sus frutos y ha permitido al banco dar salida a 381 millones de euros en el segundo trimestre, un 70% más que en el primero". Así, su stock inmobiliario se sitúa en 3.556 millones de euros en el semestre, cifra inferior a la del cierre de 2011.
El crédito a la clientela del banco sumó 66.459 millones, con un descenso del 7,7%, mientras que los depósitos bajaron un 8,3%.