En Sevilla reinventan las pistas de patinaje sin hielo
La firma andaluza Xtraice se coloca como primer fabricante mundial de hielo sintético con clientes como Disneyland. Ultima la entrada del capital riesgo para dar el salto internacional a gran escala
Con las pistas de hielo sintético de Xtraice se puede patinar hasta en el desierto. Por eso se exportan ya a todo el mundo. El producto inicial que distribuía una empresa canadiense era un tipo de plástico técnico sobre el que se podía deslizar con patines convencionales. El sevillano Francisco Ortiz lo descubrió en 2004 en una feria de EE UU, pero desde entonces lo ha mejorado tanto en resistencia y deslizamiento que hoy supera al de los mejores fabricantes, la mayoría de ellos americanos.
Lo ha corroborado la mismísima Disney, que hizo una prueba a ciegas y eligió el producto de la empresa sevillana pese a que el precio era sustancialmente mayor. Tan segura estaba de su producto que Xtraice se negó a hacer la rebaja que pedía el coloso americano del entretenimiento.
Antes de triunfar, el proyecto había fracasado tan estrepitosamente que estuvo a punto de arruinar a su promotor, que invirtió todos sus ahorros en comprar una primera pista. Este tipo de plástico inicial sucumbió a los rigores del verano de Andalucía, donde había sido instalado. Lejos de arrugarse, Ortiz buscó ayuda en los grupos de investigación de la Universidad de Sevilla y logró como recompensa un producto muy superior al de su competencia.
La empresa ha abierto oficinas en Miami, Boston, Maldonado (Uruguay) y São Paulo
A partir de este éxito, el de lograr instalar una pista en Disneyland París, la firma se ganó una credibilidad que parecía imposible y siguió persiguiendo contratos sorprendentes. Así, este plástico en planchas y desmontable sobre el que se puede patinar sin tener que gastar un capital en mantener el hielo también ha seducido a otros clientes de relumbrón. Es el caso del Florida Panthers, el equipo de hockey sobre hielo de Miami, que lo usa en sus pistas de entrenamiento después de otra arriesgada apuesta del fundador de Xtraice, hoy ya apartado de la firma. Otros hitos se han dado en Japón, donde han instalado la pista más grande del mundo, y en Chicago, que cuenta con la instalación más alta, una pista de patinaje en la planta 94 de un rascacielos desde la que se ve toda la ciudad.
Han vendido ya 300 pistas en todo el mundo, sobre todo en EE UU, pero la empresa no es muy comercial en España, donde el patinaje se ve como un ocio muy estacional. "Los emprendedores no se atreven con nuestras pistas pese a su rentabilidad porque no hay tradición de patinaje fuera de Navidad", señala Adrián Ortiz, hijo del fundador y consejero delegado.
Pero en los últimos dos años han empezado a ser profetas en su tierra y Xtraice no deja de recibir premios. Uno de ellos, el Premio Emprendedor XXI, patrocinado por La Caixa, le abre ahora las puertas del capital riesgo para dar el gran salto. La empresa, en manos de varios socios, cerrará este año con unos tres millones en ventas, pero espera lograr 12 millones en tres años una vez que cierre una inyección de capital de dos millones de euros a la vuelta del verano. Para ello, han reforzado el equipo comercial y abierto oficinas en Miami, Boston, Maldonado (Uruguay) y São Paulo para abordar mejor el mercado latinoamericano, estadounidense y también europeo, sobre todo Francia.
"Lamentablemente, la imagen de España está tan deteriorada que tenemos que decir que tenemos sede en Miami y que somos americanos", confiesa Adrián Ortiz. En Estados Unidos, el potencial es muy importante, sobre todo por la demanda de instalación de pistas en viviendas particulares.
Una oportunidad para el autoempleo
Montar una pista de hielo sintético de unos 200 metros cuadrados cuesta unos 70.000 euros. Pero su mantenimiento es nulo y la recuperación de la inversión puede ser muy rápida por la vía del alquiler, ya que esta instalación es fácilmente desmontable y adaptable a cualquier tamaño. Así lo afirma Álvaro Falcón, director comercial de Xtraice, que ve en este producto una gran oportunidad para emprendedores en estos momentos de crisis cuando se impone el autoempleo.También puede ser un buen negocio complementario para clubes deportivos, ayuntamientos, centros comerciales, empresas de eventos o parques infantiles. En España ya han vendido unas 50 pistas, la mayoría estacionales, aunque hay algunas fijas, como la instalada en Sierra Nevada. La ventaja competitiva de Xtraice tiene que ver con el elevado gasto energético que implica una instalación de hielo artificial, que puede suponer 30.000 euros al mes en electricidad, además del gasto de agua.De ahí que estén cerrando el 20% de estas instalaciones. Cada metro cuadrado de hielo consume lo mismo que una vivienda, lo cual quiere decir que una pista olímpica de 1.800 metros gasta lo mismo que otras tantas casas. Debido a este importante ahorro, Xtraice llama a su producto "hielo ecológico".
Datos básicos
Producción. Xtraice tiene sede en Sevilla, donde concentra oficinas, pista de exhibición y control de calidad, mientras que fabrica las planchas de plástico en dos empresas de Valencia y æpermil;cija (Sevilla) en las que ha entrado como accionista. También dispone de oficinas comerciales fuera de España, que ha abierto de la mano de la empresa pública Extenda.Mercados. Las pistas de hielo de la empresa han llegado a 53 países, desde Japón hasta Mongolia. La prioridad es España, EE UU, Latinoamérica y Francia. Factura 3 millones de euros y quiere llegar a los 12 millones en tres años.Investigación. En colaboración con la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Sevilla, Xtraice convirtió una primera versión de un plástico técnico apto para el patinaje en un nuevo material mucho más resistente y deslizable. Pero la mejora de producto es permanente: este año se ha añadido un líquido autolubricante que se desprende de la plancha en cuanto entran en acción los patines.Equipo. La plantilla de la empresa sevillana asciende a 25 personas y más de la mitad de ellas integra un equipo comercial que acaba de ser reforzado para multiplicar las ventas.