Campa hace una defensa cerrada de su gestión
El exsecretario de Estado cree que la dirección emprendida por el PSOE para afrontar los problemas generados por la crisis financiera era la correcta
El exsecretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, evitó ayer durante su intervención en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados hacer una autocrítica. Campa, que fue el encargado en inaugurar las comparecencias para esclarecer la situación actual del sistema financiero, reconoció que se habían cometido "errores y excesos", pero hizo hincapié en que la reforma financiera del Gobierno socialista fue en la dirección correcta. "No se debe valorar el éxito o el fracaso" de la reestructuración del sistema financiero en función del éxito o el fracaso de una entidad, sino del conjunto del sector, señaló. "El proceso de reestructuración, iniciado en 2008, ha sido un éxito", aseguró el ex número dos de Elena Salgado, aunque reconoció que este proceso debe continuar y admitió que "extraer valor a través de los procesos de integración no es fácil".
Campa rechazó todas las críticas vertidas por los diputados sobre su gestión durante la crisis. Estos recriminaron al exsecretario de Estado la ineficacia de los SIP, las fusiones frías de las cajas; la salida a Bolsa de Bankia; la resistencia del Gobierno socialista a la creación de un banco malo y la laxitud en la supervisión de la venta de preferentes a inversores minoristas.
Sobre este último aspecto, Campa desvió directamente las responsabilidades a la CNMV, "esa es su competencia, pregúntenle a ellos". El exsecretario de Estado recordó que las emisiones de preferentes para minoristas se interrumpieron en cuanto el Ejecutivo puso en marcha el FROB en julio de 2009, al poco de llegar él al cargo del secretario. "Desde entonces lo único que se ha hecho ha sido amortizarlas". Campa aseguró que en ese momento había 25.000 millones en preferentes en manos de pequeños inversores y "ahora hay menos de 6.000 millones".
Según Campa, la reforma del sector requería de acciones específicas entidad por entidad, ya que la mayoría del sector tenía capacidad suficiente para captar capital sin problemas. "Esta tesis seguía siendo válida la primavera pasada, según las conclusiones del informe del FMI", señaló.
"La reestructuración debería ser llevada a cabo por las propias entidades y solo en última instancia por recursos públicos", explicó. La creación del FROB con 9.000 millones y una capacidad de apalancamiento hasta los 99.000 millones sirvió para determinar las necesidades máximas de capital de la banca. "Las necesidades de capital son bajas, incluso en el peor de los escenarios", afirmó.
"Un 'banco malo' hubiera sido prematuro"
La creación de un banco malo, una opción que ahora ha sido impuesta por Bruselas a las entidades financieras españolas que reciban ayudas públicas, hubiera sido un error, a juicio del exsecretario de Estado de Economía. Campa considera que la puesta en marcha de este instrumento en 2009 habría supuesto transferir activos valorados a un precio no realista, lo que habría supuesto "una transferencia directa de recursos públicos a agentes privados. Eso es, para mí, un mal banco malo".Sobre la salida a Bolsa de Bankia, Campa recordó que la entidad financiera tuvo un mejor comportamiento relativo respecto al resto del mercado durante 2011 y también en los primeros meses de 2012. "Era percibida como un proyecto atractivo con capacidad de generar recursos". El economista admitió que es difícil generar valor en un integración del calado de Bankia en un entorno como el actual. Asimismo, el exsecretario de Estado se mostró partidario de que las entidades nacionalizadas "sean puestas en el mercado privado cuanto antes".Por último, respecto a las fusiones frías de las cajas (SIP), señaló que la filosofía de los SIP era "sin vocación de permanencia en el tiempo" y subrayó que ahora solo los hay en las cooperativas de crédito. "Se impulsó en su momento para favorecer las concentraciones de cajas entre distintas comunidad autónomas".