Mercedes incorpora un V12 a su modelo más veterano
Los Clase G preparados por AMG están entre el capricho y el disparate (hasta 612 CV), pero su atractivo es innegable.
A la hora de presentar el nuevo G los responsables de Mercedes han tenido claro el lema promocional: Forever young (siempre joven), como la canción de Alphaville. Ya se sabe que el tiempo pasa muy rápido y a veces las cosas toman caminos imprevistos. El Mercedes G nació como un todoterreno austero y ha ido evolucionando hasta convertirse en un modelo de máximo lujo: el G 63 AMG (V8 biturbo) cuesta 153.800 euros y el G 65 AMG (V12 biturbo) alcanza los 295.000 euros.
Todo comenzó en 1979 con la producción de cuatro versiones: 240 GD, 300 GD, 230 G y 280 GE. Solo dos años después llegaron el aire acondicionado, el cambio automático o el techo desmontable. La evolución ha sido constante hasta convertirse en un modelo de capricho. El mejor ejemplo de ello fue el primer G 55 AMG con 354 CV (1999). En la gama 2012, los AMG G 63 y G 65 son los protagonistas, y hasta ahora la oferta deportiva se reducía al G 55 AMG (V8 con compresor) de 507 CV. La demanda de esta versión, con mucho éxito en EE UU, ha rondado el 40% del total de las ventas.
Para quienes no sean magnates petroleros u oligarcas rusos hay modelos más razonables. La oferta 2012 está integrada también por el G 350 Bluetec (V6 diésel de 211 CV) y el G 500 (V8 de 387 CV), equipados como el resto de la gama con cambio automático de siete marchas. El equipamiento de serie incluye el sistema Comand Online con navegación y acceso a internet. En cuanto a la seguridad, incluye opcionalmente control de ángulo muerto, ayuda al aparcamiento o sistema de regulación de distancia Distronic Plus. El 63 AMG incorpora el nuevo motor 5.5 biturbo y con él es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos. La velocidad máxima está limitada a 210 km/h. Aunque en Mercedes no lo reconocen, el Clase G 65 AMG V12 se inspira en el modelo G800 que comercializa el preparador alemán Brabus, con motor V12, 800 CV y un precio que ronda los 500.000 euros. En Mercedes no han querido ir tan lejos en cuanto a potencia pero los 612 CV del G 65 tampoco están mal, suficientes para convertirlo en el TT de serie más potente del mercado. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos y alcanza 230 km/h.
Renovación de la Clase GLK
El Clase G es un modelo que da prestigio, pero cuando se trata de hacer caja, el importante es el GLK. Este SUV compacto (rival de Audi Q5 o el BMW X3) se distingue por un frontal que pierde sus formas angulosas y se acerca a los turismos. El interior recibe retoques, como los nuevos difusores de aire o la iluminación indirecta por medio de diodos. Se ofrecen seis versiones diésel y un gasolina. El 200 CDI (143 CV) se vende con tracción trasera y el 220 CDI (170 CV), con tracción trasera o total. Ambos llevan de serie cambio manual de seis marchas. Por encima se sitúan los GLK 250 BlueTec (204 CV) y GLK 350 BlueTec (265 CV), ambos con tracción total y cambio automático de siete velocidades. El gasolina es el GLK 350 (306 CV). Destaca por su comodidad y la seguridad está al máximo nivel gracias a sistemas tomados de la Clase S y E. Los precios van desde los 36.700 a los 54.600 euros.