Bankinter defiende que está en el grupo de los bancos españoles más sanos
Bankinter presentó ayer unos buenos resultados pese a lo complicado del semestre y a la cifra tan baja de beneficios. Ganó 22,6 millones de euros, con una caída del 77,4% al optar por asumir "íntegramente" las nuevas exigencias de provisiones que aprobó el Gobierno y que le han obligado a dotar 275 millones. Pese al desplome del beneficio, prevé ganar 130 millones al cierre del año y asegura que está entre los bancos más sanos, con Santander, BBVA y CaixaBank. Á. Gonzalo Madrid
Bankinter siempre ha sido un banco peculiar. Se ha caracterizado por ser uno de los más innovadores del sector y por haberse alejado de la financiación a los sectores de la construcción y de los promotores. Estas apuestas, sobre todo la segunda, le ha permitido salir indemne de la criba que está sufriendo una parte del sistema financiero, mérito que solo ha conseguido la gran banca. Bankinter es el único mediano que no ha realizado una operación corporativa para crecer y poder beneficiarse de sus ventajas contables.
Su consejera delegada, María Dolores Dancausa, situó ayer a Bankinter en el denominado grupo cero del memorando de Bruselas, en el que se encuentran las entidades financieras españolas que no necesitan recapitalizarse y que son Santander, BBVA y CaixaBank.
Bankinter cerró el semestre mejor de lo que esperaban los analistas. Su beneficio neto fue de 22,6 millones, con un descenso del 77 % que atribuye a las nuevas exigencias de provisiones que aprobó el Gobierno en dos reales decretos, y que le han obligado a dotar 275 millones. Este saneamiento lo ha realizado íntegramente en el semestre.
De no haber sufrido este impacto en su cuenta de resultados habría ganado 147 millones, un 46,5 % más que hasta junio del año pasado, explicó Dancausa. Un tercio de sus beneficios provienen de su negocio asegurador. Su resultado también se ha visto perjudicado por las mayores aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). En el semestre aportó 32,2 millones, frente a los 5,3 millones de un año antes. Dancausa explicó que si "el rescate de la banca va a venir por otro lado no tiene sentido" mantener dichas aportaciones "exorbitantes".
El esfuerzo en provisiones ha sido el causante de que el grupo haya rebajado sus estimaciones de crecimiento del beneficio para el ejercicio. Su previsión era ganar un 20% más -215 millones de euros-, pese a considerar 2012 como peor que el año precedente, pero tras la nueva vuelta de tuerca en las provisiones que impuso Economía su estimación se ha reducido a 130 millones de euros, lo que supone una caída del 28,3% sobre 2011. Eso sí, sus previsiones se basan en la continuidad de un negocio similar al del primer semestre y a la ausencia de nuevas exigencias de provisiones por parte de Economía. "Somos los bancos más solventes de Europa y del mundo. No hay una banca más recapitalizada que la española", argumentó. E ironizó: "pongo velas todas la mañanas para que no haya un nuevo decreto sobre provisiones". Pese a ello, aseguró que incluso "con un nuevo decreto no necesitaríamos ayudas públicas".
Bankinter también ha modificado su estrategia. En la junta de accionistas de marzo, sus responsables afirmaron que el banco estaba dispuesto a efectuar compras en España o en el extranjero. Ayer Dancausa fue tajante. "No vamos a adquirir ninguna cartera" en el país. La ejecutiva es partidaria de que "las entidades que no sean solventes hay liquidarlas ordenadamente", como pide la UE.
Un satélite entre planetas
Una vez que finalice la reestructuración y saneamiento del sector financiero español Bankinter puede que sea el único banco mediano que no haya sufrido una mutación en su esqueleto operativo desde su creación hace 47 años (no se ha fusionado con nadie). Sí ha cerrado oficinas, pero el número no es muy significativo porque su tamaño es reducido -tiene 366 sucursales-, aunque sí ha rebajado su plantilla en 258 empleados en solo un año al situarse ésta en 4.142 trabajadores. El efecto de la reforma financiera traerá consigo bancos de mayor tamaño, con la excepción de Bankinter. Se convertirá así en un pequeño grupo operando en un sector de grandes entidades. Bankinter, cuyo principal accionista es Jaime Botín, espera conservar su nicho de clientes de clase media alta y empresas. Entre sus puntos positivos está su baja morosidad, 3,95%, unos márgenes con crecimientos, parte de su accionariado muy fiel, cumple ya con las exigencias de capital, con un core Tier 1 del 9,04% -subiría al 9,46% con el intercambio de preferentes anunciado el miércoles-. Pero tiene debilidades. Su pequeño tamaño le hace vulnerable ante una inactividad muy duradera del negocio bancario en España o a nuevos escenarios de nerviosismo como el que provocó la intervención de Bankia y que desembocó en una salida de depósitos de Bankinter. Una hipotética salida del accionariado de Crédit Agricole, con el 20%, sería también negativo.