Rentabilidades OK
Los fondos rindieron hasta finales de junio el 0,41%.
El pasado mes de junio supuso un mes de alivio para los mercados financieros y para las rentabilidades de fondos de inversión. Por el contrario, las ventas, en lo que se refiere a la industria doméstica, registraron uno de los peores meses, al sufrir reembolsos netos de 1,725 millones de euros, según los datos de Inverco.
Cuando se cumple la mitad del año, es momento de balances y quizás uno de los elementos más destacados es que los rendimientos no han sido malos, aunque sin duda esta afirmación requiere de matización. Primero, si uno toma solo los fondos domiciliados en España (de decreciente importancia), observa que la rentabilidad media en los seis primeros meses del año es de un 0,41%. Sin duda, se trata de un guarismo que no debe llevar al entusiasmo, pero en un contexto de mercados donde parece que el final del mundo está a la vuelta de la esquina todos los días, pone de relieve que, de momento, la sangre no ha llegado al río. También que la amplísima diversificación que lleva implícita el conjunto de la industria de fondos actúa a modo de flotador y proporciona estabilidad y seguridad a los retornos
La foto es mucho mejor si uno añade los fondos internacionales registrados en España, que superan ya en número a los domiciliados y donde su importancia en volumen relativo de patrimonio gestionado en España sigue aumentando. Así, los casi 6.000 fondos de inversión disponibles al inversor español registraban una rentabilidad media simple de algo más del 1% en junio y del 5% en la primera mitad del año.
No obstante, dos elementos pueden distorsionar estos datos en principio positivos. En primer lugar, la debilidad del euro con respecto no solo al dólar, sino prácticamente respecto a todas las otras divisas internacionales, ha supuesto que los rendimientos en euros de muchos fondos internacionales se hayan visto incrementados sensiblemente. En segundo lugar, en el universo tan amplio se encuentra un importante número de fondos en categorías exóticas (rentas variable sectoriales, de países lejanos, deudas internacionales poco comunes, etc.) que apenas tienen presencia alguna en las carteras de los inversores españoles. Por ello, si calculáramos una rentabilidad media ponderada por el patrimonio realmente invertido en cada fondo y categoría seguramente la foto sería mucho menos benigna.
Un repaso rápido a los resultados por categorías pone de manifiesto que los grandes perdedores hasta junio han sido los fondos que invierten en Bolsa española y en acciones del sector oro. Concretamente, las rentabilidades medias negativas acumuladas han sido del 11,91% y 14,18% respectivamente. Solo el excepcional mes de junio pasado, donde los fondos de Bolsa española disfrutaron de una revalorización del 14%, ha evitado que no ocupara el farolillo rojo de rentabilidades en el semestre.
En el otro extremo, las categorías más rentables del semestre correspondieron a inversiones exóticas y testimoniales, como renta variable Turquía o renta variable sector biotecnología. Ambas se apuntaron abultadas plusvalías medias del 33,3% y del 27,2% respectivamente. Categorías de referencia en el mercado español, como renta variable eurozona o renta variable Norteamérica, acumularon retornos medios positivos bastante divergentes del 2% y el 9% respectivamente.
Por el lado de la renta fija, la rentabilidad media simple de todos los fondos disponibles superó el 4,5%, aunque en junio se situaron ligeramente en negativo. En el conjunto de los 12 últimos meses todavía siguen superando con mucha diferencia a los fondos de renta variable.
El desglose por categorías pone de manifiesto que solo los fondos monetarios en yenes japoneses y los fondos de deuda de la zona euro de plazos medios registraron ligeras minusvalías medias en los seis primeros meses (-1,31% y -0,94%, respectivamente). Todo el resto de categorías obtuvieron ganancias por término medio. Los más destacados han sido los fondos de deuda emergente europea y los fondos de deuda corporativa de alto rendimiento (high yield) europea que consiguieron reportar por término medio a sus inversores plusvalías del 10,41% y 9,25% respectivamente.