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Nuevo escenario para el sistema financiero

Lo que les espera a los bancos

Salvo las nacionalizadas, el resto de entidades tendrá hasta junio de 2013 para evitar el rescate, que supone la renuncia a los dividendos y un esfuerzo global en transparencia.

Europa se dispone a operar al sector financiero español, en lo que se supone la cirugía definitiva para erradicar las malformaciones del sistema. Bruselas cuenta para el proceso con una bombona de oxígeno de 100.000 millones de euros pero, también, con su propio bisturí. La intervención, que tendrá lugar en cuatro tiempos en función de la gravedad de cada grupo de pacientes, comenzará inmediatamente y debería haber concluido a mediados de 2013.

Entidades solventes

El Memorándum de Entendimiento (MoU), o pliego de condiciones que acompaña al rescate, identifica cuatro tipos de entidades. El denominado "grupo 0" es aquel que componen los bancos en los que no se han detectado necesidades de capital ni otro tipo de asistencia. Una vez conocidos los test de estrés de Oliver Wyman y Roland Berger, Economía identificó en este grupo a las tres mayores entidades del país: Banco Santander, BBVA y CaixaBank. Una vez superen la auditoría prevista, y siempre que no haya sorpresas, estas entidades quedarían "fuera del alcance" del rescate en septiembre. Este grupo podrá gestionar sus activos mediante las sociedades inmobiliarias que ya poseen, como Altamira, en Santander.

Entidades en manos del FROB

El segundo perfil lo componen aquellas entidades que ya han recibido ayudas del FROB, es decir, Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia y Banco de Valencia. Para ellas, "las autoridades españolas comenzarán a preparar los planes de reestructuración o liquidación con la Comisión Europea desde julio de 2012 en adelante", reza el MoU, con el objetivo de que Bruselas los apruebe para noviembre. "Sobre esta base, la ayuda estatal estará concedida y los planes podrán ser implementados inmediatamente", señala el documento que no prevé que la inyección de fondos públicos a estas firmas llegue antes de octubre o noviembre. Los 30.000 millones que se prepara para adelantar Europa este mes quedarían, por tanto, reservados para alguna emergencia o nueva nacionalización imprevista. "Se espera que estas bancos tengan las mayores necesidades de capital" de todo el sector. De momento se habla de unos 19.000 millones para Bankia y de unos 9.000 tanto para Catalunuya Caixa como para Novagalicia. Aunque algunas ya han llevado a cabo severos planes de ajuste (recorte del 30% de oficinas y 40% de personal en el caso de Catalunya Caixa), Bruselas exigirá nuevos sacrificios como contrapartida a la ayuda. También exige la segregación de los inmuebles a una sociedad de gestión de activos, o banco malo, externo para finales de año.

Entidades sin recursos suficientes

El resto de entidades deberá elaborar por su cuenta un plan de reestructuración para octubre, una vez sometidos sus balances al escrutinio de las auditoras, en el que convencer a Bruselas de que son viables. Aquí se establece una nueva división. El denominado "grupo 2" será aquel con "necesidades de capital identificadas en los test de estrés e incapaces" de hacerle frente sin recursos públicos. En estos casos, la Comisión tendrá hasta diciembre para decidir cuáles de ellas serán recapitalizadas con el fondo de rescate y cuáles serán liquidadas de forma ordenada. Todas ellas tendrán que crear un banco malo en el que segregar sus activos. Aunque aun tienen cierto margen de actuación, las cajas medianas como BMN o Unicaja son algunas de las podrían caer en dicha casilla. Bruselas, en todo caso, deja claro que no le gusta el modelo de cajas y apunta a la necesidad de un plan general para que dejen el control mayoritario de los bancos que han creado y trabajen en "eventuales" planes de salida a Bolsa para su privatización.

Entidades débiles pero viables

El último de grupos establecidos por Bruselas lo conforman las entidades que, teniendo necesidades de capital detectadas, presenten "planes de reestructuración creíbles" para hacerles frente en solitario. Se abren aquí, sin embargo, dos subcategorías. Aquellos cuyo agujero sea menor al 2% de sus activos ponderados por riesgo, tendrán margen para lograrlo por su cuenta hasta finales de junio de 2013. Para quienes las necesidades sean superiores a ese 2% , la Comisión ha previsto un inyección automática de ayudas públicas en forma de bonos contingentes convertibles (Cocos) que las entidades deben devolver en junio de 2013 si tienen éxito o que serán convertidas en capital entonces, nacionalizando a las entidades y segregando sus activos en bancos malos. En esta categoría estarían Sabadell, que confía en saltar directamente al primer grupo por el esquema de ayudas de la compra de CAM, o Popular, que cuenta con necesitar menos del 2% tras absorber Pastor a pulmón.

Un rescate asumible solo para la gran banca

La gran banca considera que la necesidad de cumplir con una ratio de capital del 9% no les causará ningún trastorno. "Las entidades sistémicas ya cumplimos con esa exigencia impuesta por la Autoridad Europea Bancaria y hay alguna que otra que también, aunque no se le haya exigido todavía. Ya nos esperábamos una condicionalidad así para todo el sector en línea con lo que se le impuso a la banca portuguesa. Y no creemos que se nos imponga un ratio de créditos sobre depósitos porque eso sería ir contra el crecimiento, más en una época en la que apenas se demanda financiación nueva", explica un ejecutivo bancario.Además, varios directivos consultados aseguran que una supervisión conjunta europea tampoco tiene por qué ser una zancadilla para la banca española siempre y cuando las reglas de juego sean las mismas para todas las entidades financieras de la UE.Todos también se muestran incrédulos sobre la posible rapidez de las ayudas directas a la banca. "Esperamos que sea lo más rápido posible y no se retrase más sobre lo que se habla, primer trimestre de 2013", señala otro directivo de una entidad mediana, informa Á. Gonzalo.

Un camino marcado para cada grupo

Santander, BBVA y CaixaBankEl Eurogrupo fija una ruta específica para las entidades más solventes (grupo 0), aquellas que en los test de estrés no han revelado ningún déficit de capital. Estas entidades, que el Gobierno identificó como Santander, BBVA y CaixaBank, "no necesitarán tomar ningún tipo de acción adicional", según el memorándum. Otros grupos, como Sabadell, aseguran pertenecer también a este club. Para estas entidades, tan solo serán de aplicación las conocidas como "condiciones horizontales", que imponen el mantener un ratio de solvencia superior al 9% y revisar su sistema de provisiones.Bankia y Catalunya CaixaEl grupo más perfilado de los cuatro previstos es el de las entidades nacionalizadas, aquellas que están controladas por el FROB (Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia y Banco de Valencia). En su caso, las autoridades comunitarias y españolas deberán poner en marcha este mes un plan claro para su liquidación o su reestructuración. La Comisión deberá aprobarlos en noviembre y, solo así, podrán recibir el apoyo de fondos públicos (aunque hay previstos 30.000 millones para contingencias). Además, a lo largo del ejercicio deberán segregar los activos tóxicos a un banco malo que también recibirá fondos públicos.Las cajas medianasEste es el grupo más temido por las cajas medianas. Son aquellas a las que las pruebas de estrés y el análisis específico de las auditorías han identificado un déficit de capital tan grande que no tendrán capacidad para cubrirlo por sí mismas. A efectos prácticos, el memorándum las equipara con las entidades nacionalizadas y las autoridades españolas deberán presentar un plan de liquidación o reestructuración durante el mes de octubre. También deberán transferir sus activos tóxicos a un banco malo. Entidades como el grupo BMN, Liberbank o Caja España Duero (en proceso de fusión con Unicaja), podrían caer aquí.Al borde del abismoEste puede ser el colectivo más amplio y más heterogéneo. Son aquellas entidades en las que se han identificado necesidades de capital, pero que podrían tener capacidad para cubrirlas por sus propios medios. En este grupo 3, el memorándum hace una clasificación interna, entre los bancos o cajas que necesitarían una ampliación de capital grande (de más de un 2% de sus activos ponderados por riesgo), para las que se exigirá que reciban una inyección de dinero público en forma de préstamo (cocos), y aquellas en las que la ampliación de capital sería inferior. Popular se ve en este último subgrupo.

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