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A fonfo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Pocas certezas de inflexión en el mercado laboral

El ajuste del sector público también influirá en la llegada del punto de inflexión

Tras la victoria de España en la Eurocopa, ayer se conocieron los datos del desempleo en junio y parecía que se producía una segunda buena noticia para los españoles. El número de parados registrados bajó el mes pasado en 98.853 personas, el mejor dato desde 1997. A esto hubo que sumar que la Seguridad Social ganó 31.332 cotizantes, superando la barrera de los 17 millones de cotizantes por primera vez este año; y sumando cuatro meses de ganancias de afiliados.

Esta mejora, sobre todo de la afiliación, ha recortado en cuatro décimas el ritmo de destrucción de empleo (hasta el 3,28%). No obstante habrá que ver, si este repunte interanual -el primero desde noviembre- se consolida en próximos meses o es un mero espejismo provocado por la influencia positiva que genera la llegada del verano en una economía fuertemente condicionada por el sector turístico y de servicios en general.

Esta incógnita es una de las primeras dudas que se ciernen sobre la posibilidad de un cambio de tendencia en materia laboral. De hecho, los datos desestacionalizados reflejan un aumento del paro en junio y un muy moderado avance de la afiliación, lo que significa que la evolución estructural del mercado no es tan positiva como parece.

Pero no solo las cifras desestacionalizadas añaden peros a la evolución del mercado laboral. La destrucción de empleo en la construcción -que mantiene un ritmo interanual descensos del 21%- aún no ha tocado suelo, según la mayoría de los expertos. Y la industria, que debería ser la que tomara el relevo a la construcción para reactivar la economía también registra caídas de ocupación del 6%, el doble que la media del empleo en general.

Las expectativas para los próximos meses -ningún analista confía en que España cree empleo antes de avanzado 2014 como muy pronto- no suponen un alivio. Es más, el anunciado ajuste del sector público, ya iniciado en el primer semestre de 2012, con la pérdida de 60.000 empleos, según los datos de la Seguridad Social, se intensificará en los próximos meses.

De la intensidad de los ajustes de plantilla que exija el rediseño del sector público anunciado por el Gobierno dependerá también que se retrase o no la llegada del punto de inflexión en el mercado laboral.

La reforma laboral, tal y como reconocen mes tras mes desde el Ministerio de Empleo, tampoco ayudará por sí sola a generar más puestos de trabajo. De hecho, hasta el momento, las empresas siguen optando por el despido como primera opción para ajustar sus gastos de personal. Y, en este sentido, el principal efecto de la reforma ha sido abaratar el despido, al aumentar un 53% el número de extinciones por causas objetivas que se pagan a 20 días por año trabajado y un máximo de 12 mensualidades.

Ni siquiera la creación del contrato de emprendedores (bonificado para jóvenes y mayores y que tiene como principal señuelo un año de prueba durante el que el despido es gratuito) esta teniendo éxito. Desde febrero se han suscrito 39.000 de estos contratos, lo que apenas supone uno de cada diez de los ya de por sí escasos nuevos contratos fijos.

Por tanto, son varias chinas en el zapato que serán difíciles de sacar en los próximos meses. Aunque el respiro de junio y la recuperación más consolidad de los autónomos muestren algo de luz.

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