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Para que no se les vendan productos con riesgos excesivos

Bruselas propone normas para aumentar la protección de los consumidores de servicios financieros

La Comisión Europea ha propuesto nuevas normas cuyo objetivo es aumentar la protección de los consumidores de servicios financieros y evitar así que se les vendan productos de inversión con riesgos excesivos que no les convienen.

"No es aceptable que la complejidad y la opacidad de estos productos conduzca a algunos ahorradores a asumir riesgos que no han considerado y a la venta de productos contrarios al interés de los consumidores", ha dicho el comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier.

La primera de las normas tiene como objetivo mejorar la calidad de la información que se facilita a los consumidores interesados en adquirir en productos de inversión complejos, como fondos de inversión, inversiones basadas en seguros y productos estructurados minoristas, además de las pensiones privadas.

La legislación obligará a los creadores de estos productos a elaborar un "documento de información clave", en el que deberán constar las principales características del producto, así como los riesgos y costes asociados a la inversión. El documento debe explicar si se puede perder dinero y el grado de complejidad del producto en cuestión.

Estos documentos se ajustarán a una norma común respecto a su estructura, contenido y presentación para que los inversores puedan comparar.

La segunda de las normas tiene como objetivo paliar las consecuencias de estafas como las del caso Madoff, ya que aclara las responsabilidades de los depositarios de fondos de inversión. En el futuro, sólo los establecimientos de crédito o las sociedades de inversión autorizadas, supervisadas y bien capitalizadas podrán ejercer esta función, según ha explicado Barnier.

Si el depositario pierde parte de los activos del fondo, por ejemplo con un caso de estafa, deberá restituirlos de inmediato con activos idénticos o del mismo valor. Además, se fijan reglas sobre la remuneración de los gestores de estos fondos, para evitar que asuman riesgos excesivos a corto plazo, y sanciones comunes.

Finalmente, el Ejecutivo comunitario propone reforzar los controles sobre los intermediarios en la venta de seguros. El consumidor tendrá el mismo nivel de protección si compra un producto directamente a una compañía de seguros que si lo hace indirectamente a un intermediario (por ejemplo, un agente o un corredor de seguros).

Los consumidores recibirán por adelantado información clara sobre la categoría profesional de la persona que les venda el producto de seguro. Se introducirán normas para abordar más eficazmente los riesgos de conflicto de intereses, incluida la divulgación de la remuneración cobrada por los vendedores de productos de seguro.

Además, se facilitará a los intermediarios realizar operaciones transfronterizas, lo que según Bruselas "fomentará el surgimiento de un verdadero mercado interior de los servicios de seguro".

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