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Da un plazo de seis meses para que se eliminen restricciones

El Gobierno impone libertad de horarios comerciales a 11 grandes municipios turísticos

El Ministerio de Economía presentó ayer a las autonomías una propuesta para liberalizar parcialmente los horarios comerciales. El asunto de mayor calado es que impone a 11 grandes municipios turísticos que establezcan zonas sin restricciones en horarios ni festivos para el comercio. Entre ellos está Barcelona, que tendrá que crear un área sin limitaciones en seis meses.

El Gobierno impone libertad de horarios comerciales a 11 grandes municipios turísticos
El Gobierno impone libertad de horarios comerciales a 11 grandes municipios turísticosP. MONGE

Estamos desaprovechando la oportunidad de recibir cada año 60 millones de turistas, ya que muchos de los días festivos en los que llegan a nuestros destinos se encuentran con los comercios cerrados". Con esta frase, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, quiso enmarcar la propuesta liberalizadora que ayer presentó a las comunidades autónomas y que supone cambios fundamentales en cuatro aspectos del comercio minorista, cuya competencia reside en las regiones.

En primer lugar se amplía de 72 a 90 el número de horas semanales que pueden abrir sus establecimientos en días laborables, se eleva de 8 a 10 el mínimo de festivos que debe abrir, se incrementa de 150 a 300 metros cuadrados el umbral a partir del cual el pequeño y mediano comercio tiene libertad de horarios y se impone la obligación a 14 grandes municipios turísticos para que creen zonas de gran afluencia turísticas en las que no haya restricciones en las horas de cierre y apertura.

En esta lista se encuentran los ayuntamientos de Barcelona, Alicante, Valencia, Zaragoza, Málaga, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria, Bilbao, Córdoba, Granada, Cartagena, Madrid, Palma de Mallorca y Santa Cruz de Tenerife, aunque estos tres últimos no tendrán que tomar ninguna medida adicional ya que disponen de zonas con total libertad al comercio.

Estos catorce consistorios cumplen algunos de los tres objetivos fijados por el Ejecutivo (tiene más de 200.000 habitantes, registran más de un millón de pernoctaciones anuales o una afluencia superior a 400.000 pasajeros en cruceros), por lo que dispondrán de un plazo de seis meses desde que se apruebe la norma para delimitar las zonas turísticas que tendrán libertad absoluta de horarios comerciales. "Serán los municipios los que establezcan las zonas que deben funcionar sin restricciones y la aprobación definitiva procederá de la autonomía", subrayó García-Legaz, quién no aclaró si esta normativa se tramitará como decreto o proyecto de ley (podrían incluirse enmiendas en la tramitación). "Eso le corresponde al Gobierno", se limitó a decir. Fuentes autonómicas presentes en la reunión señalaron que lo más probable es que se tramite como real decreto (como se ha hecho con los ajustes en Sanidad y Educación o los acuerdos para no disponibilidad de créditos) para que las medidas liberalizadoras puedan aplicarse lo antes posible.

Esta medida supone una afrenta para el ayuntamiento de Barcelona, cuyas autoridades, al igual que la gran mayoría del resto de municipios catalanes, se han negado tradicionalmente a ampliar los horarios comerciales ante el daño que podría causar al pequeño y mediano comercio, muy representativo en esa comunidad autónoma. De hecho, el secretario general de la Confederación del Comercio de Cataluña, Miquel æeuro;ngel Fraile, animó al Ejecutivo presidido por Artur Mas a acudir al Constitucional si el Gobierno no rectifica sus propuestas sobre horarios comerciales.

Tampoco fue bien recibido el texto desde la Asociación de Grandes Empresas de Distribución (Anged), quién consideró que la propuesta "tendrá un alcance imperceptible, muy alejado de las reformas de calado que requiere la economía española para recuperar la confianza y el consumo. En un comunicado, Anged apuntó que la propuesta de ampliar a 10 días festivos de aperturas es un retroceso frente a los 12 que el Gobierno del PP legisló en 2000 y calculó que las restricciones al comercio están impidiendo la creación de 20.000 puestos de trabajo.

¿A quién afecta y a qué da derecho?

¿Qué es una zona de gran afluencia turística?Es una zona que recibe el beneplácito para poder abrir todos los festivos del año que crea conveniente. La declaración implica plena libertad de horarios, pero no supone obligación de apertura, si no que cada comerciante decide si abre los festivos y el número de horas que abre a la semana.¿Quién tiene que pedir la declaración y quién la tiene que aprobar?Es el municipio en el que esté enclavada el área que quiere disfrutar de libertad de horarios el que tiene que solicitar la declaración como zona de gran afluencia turística. Para ello tendrá que presentar una relación detallada de plazas hoteleras, restaurantes, bares y comercios, así como los atractivos turísticos y la previsión de ingresos que se derivaría de una mayor libertad de horarios. Es la comunidad autónoma la que tiene que aprobar esa solicitud en un plazo máximo de tres meses.¿En quién se ha fijado el Gobierno a la hora de redactar esta nueva normativa?El impulso liberalizador del comercio en España ha tenido un especial referente en Esperanza Aguirre, quién siempre ha defendido la libertad de horarios para impulsar la actividad y el empleo. Madrid abre 22 festivos al año, el máximo establecido por ley, y permite un máximo de 90 horas de horario semanal, algo que solo se produce en otras cuatro comunidades autónomas (Castilla y León, La Rioja, Navarra y Comunidad Valenciana). En esta última por ejemplo, la libertad de horarios está limitada en exclusiva a la temporada alta (del 1 de julio al 30 de septiembre).¿Cuántas zonas de gran afluencia turística hay declaradas en Madrid?En el municipio hay actualmente cinco zonas de gran afluencia turística, lo que supone que todo el centro de Madrid dispone de libertad en horas y en festivos. En la comunidad hay 78 consistorios con esta declaración. La gran mayoría se concedieron entre 1994 y 1997 y fijan libertad de horarios para todo el año. La última declaración la obtuvo Alcalá de Henares en 2002 para no tener restricciones en su semana cultural.

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