La Bolsa se hace más 'tech'las grandes

A las grandes compañías veteranas que cotizan en el parqué se han unido otras de pequeño tamaño

Pocas, pero importantes. Esta parece ser la máxima de la presencia en Bolsa de las empresas tecnológicas españolas. Y es que de las 207 compañías que al cierre de mayo cotizaban en el mercado continuo (incluyendo índice general, MAB y Latibex), solo siete son grandes y puramente del sector. ¿Son pocas? "Podrían tener más peso y otras empresas españolas del sector podrían cotizar, y seguramente lo harán cuando el mercado recupere la normalidad perdida. El reto principal que hoy tienen las tecnológicas para incorporarse a nuestro mercado de valores es la recuperación de la confianza en nuestra economía, que esperemos no tarde en llegar", responde Jesús Banegas, presidente de Ametic.

Solo siete, pero encabezadas por una de las empresas de mayor capitalización de la Bolsa española, Telefónica. A mucha distancia, la segunda tecnológica en importancia es Amadeus, y a continuación, Indra y Tecnocom, cerrando el grupo Amper, Ezentis y Jazztel.

"Creemos que la representación es algo escasa, lo que responde al peso que el sector tiene realmente en España, con unas cuantas cabezas multinacionales visibles y una serie de empresas de nicho más pequeñas, pero interesantes desde el punto de vista de negocio", admite Alfredo Redondo, consejero delegado de Amper, empresa que lleva 26 años cotizando en el mercado continuo. "Nuestro carácter multinacional y de compañía con vocación de crecimiento prácticamente nos empuja a estar en Bolsa por credibilidad, reconocimiento y financiación", resalta.

El Mercado Alternativo Bursátil ha dado en los últimos meses algo de movimiento a la Bolsa española

La primera de estas compañías en pisar el parqué fue Telefónica, que en 1925 se estrenó con 200.000 acciones preferentes, a 500 pesetas cada una, lo que suponía una capitalización bursátil de unos 600.000 euros, valor que actualmente es 110.000 veces mayor, una revalorización realmente importante si tenemos en cuenta que desde 1915 hasta 2010, las acciones de IBM, el gran gigante tecnológico global, se han apreciado 40.000 veces. Este crecimiento se debe, en buena parte, a las sucesivas ampliaciones de capital -muchos aún recordarán el anuncio en el que José Luis López Vázquez gritaba por teléfono: "¡Matilde, Matilde, que he comprado telefónicas!"- y el proceso privatizador culminado en 1997.

Dos años después, en 1999, irrumpía en el parqué Indra, pasando a formar parte del Ibex 35, índice de referencia que desde entonces no ha abandonado. Hoy es la segunda compañía europea de su sector por inversión en I+D y tiene un firme compromiso con los inversores para el periodo 2012-2014, que incluye crecimientos positivos por encima de la media del sector europeo gracias a su actividad internacional y que pasa por mantener este año el dividendo ordinario pagado el ejercicio pasado.

La gran novedad dentro de este sector bursátil es la reciente salida a cotización de compañías de reducida capitalización. ¿Cómo? A través del MAB, el Mercado Alternativo Bursátil que Bolsas y Mercados Españoles (BME) puso en marcha para dar entrada a esta vía de financiación a compañías que, precisamente por su tamaño, no podían acceder al general.

Este mercado, pequeño aún, se ha encargado en los últimos meses de darle algo de movimiento a la Bolsa española en un periodo caracterizado por la sequía de operaciones. De hecho, de las 11 nuevas admisiones a cotización que se han realizado en lo que va de año, cuatro han sido en el MAB, y una de ellas es la tecnológica Ibercom. "Buscábamos financiación para sumar la telefonía móvil a los otros servicios que ya ofrecemos, como internet, data center y voz. Logramos nuestro objetivo al conseguir 2,5 millones entre nuevos inversores para apoyar nuestro crecimiento, además de incrementar de forma muy notable nuestra notoriedad pública", resume José Poza, consejero delegado de Ibercom.

Acompañan en el MAB a este operador integral de telecomunicaciones para pymes otras empresas como Gowex (opera en el sector de la tecnología, internet en movilidad y las telecomunicaciones), Eurona (operadora de telecomunicaciones independiente que ofrece servicios de telefonía y acceso a internet vía radio), Altia (empresa especializada en consultoría informática y soluciones TIC) o Cátenon (búsqueda global de profesionales vía web), y no se descarta que pronto haya nuevas tecnológicas, sobre todo relacionadas con internet, del estilo de Bodaclick, la veterana del MAB dedicada a la organización de eventos a golpe de web.

Según Antonio Giralt, presidente del MAB, "sin que el mercado limite ningún sector, hay alguno que, por su innovación, proyectos de futuro y crecimiento esperado, es más proclive, y el de las TIC es uno de ellos". Prueba de su buena adaptación es que Altia y Gowex son de las únicas empresas del MAB que reparten dividendo, y tanto la mencionada Gowex como Eurona "han recurrido al mercado más de una vez para captar nuevos recursos mediante ampliaciones de capital", apunta Giralt.

Y, según recuerda Poza, "las compañías ligadas al sector de las TIC, como Gowex, Eurona o Commcenter, son las que mejor trayectoria han tenido desde su estreno en el MAB, con revalorizaciones de dos dígitos".

Aquellos buenos tiempos

El pesimismo parece que rodea a los mercados en los últimos tiempos, un panorama bien distinto al que se vivía hace 12 años, cuando en abril de 2000 se creó el denominado Ibex Nuevo Mercado, consecuencia del importante peso que llegaron a tener los valores tecnológicos y de la evolución del Ibex 35. Con el neoyorquino Nasdaq (índice bursátil norteamericano en donde cotizan las empresas más importantes del sector) como referencia soñada, las Bolsas españolas elaboraron unas reglas específicas de contratación teniendo en cuenta las especiales características de mayor volatilidad y riesgo de este tipo de compañías.Así, por ejemplo, se incrementaron los porcentajes máximos de variación de precios para cada sesión hasta el 25% -cuando era del 15% en los valores tradicionales- y se exigió una mayor transparencia hacia el inversor. En él llegaron a cotizar valores pertenecientes a empresas de sectores tecnológicamente punteros, como Abengoa, Amper, Avánzit, Puleva Biotech, Befesa, Tecnocom, Indra, Jazztel, Natraceutical o Zeltia.Sin embargo, a finales de 2007, cuando la burbuja de las tecnocom estaba ya más que pinchada, el índice dejó de tener sentido para Bolsas y Mercados Españoles (BME) y sus integrantes se incorporaron al segmento de contratación general.

Las grandes

Índice sectorial: siete son las grandes empresas que forman parte del índice sectorial de tecnología y telecomunicaciones de la Bolsa de Madrid, un segmento que, sin ir bien -¿algo va realmente bien en los mercados actualmente?-, sí presenta una evolución ligeramente mejor que la media. Así, mientras que el índice general ha perdido en los últimos cuatro años la mitad de su rentabilidad (-52,36%), el sector se ha dejado algo menos del 38,7%.