Bankia ofrece activos para el 'banco malo'
Goiri prevé reducir un 50% la cartera de créditos morosos e inmuebles
Bankia celebró el viernes la primera junta de accionistas de su breve y accidentada historia. La reunión se celebró en Valencia, donde el humo de un incendio declarado en un pueblo cercano teñía de gris el cielo. En la calle, una asociación en contra de los desahucios y otra de trabajadores se manifestaba desde primera hora de la mañana, ante la atenta mirada de la Policía Nacional (que contaba con agentes antidisturbios y agentes a caballo). En el interior del Palacio de Congresos, los ánimos estaban tan calientes como en la calle. Cerca de 3.500 pequeños accionistas que acudieron a la convocatoria (25.000 más habían delegado su voto para ejercer sus derechos políticos) se agolpaban ante los puestos de acreditación, con ganas de protestar por prácticas abusivas en la comercialización de acciones de la entidad, así como de participaciones preferentes.
El presidente ejecutivo del grupo, José Ignacio Goirigolzarri, intentó mostrarse conciliador ante las enormes pérdidas sufridas por los accionistas y los tenedores de preferentes. Desde que se estrenaron en Bolsa, los títulos de Bankia (aún no se ha cumplido un año), su valoración se ha desplomado un 75%. "Soy consciente de las pérdidas de valor que ustedes han tenido en sus inversiones en Bankia en los últimos meses, las cuales lamento profundamente". La caída en picado de las acciones se aceleró desde el momento en que Economía rechazó el plan de saneamiento presentado por el anterior presidente, Rodrigo Rato, y este dejó el cargo. A los pocos días, la matriz de Bankia, Banco Financiero y de Ahorros, solicitó su nacionalización, que se completó esta misma semana. Tras la conversión en capital de los 4.465 millones que había recibido del FROB, el Estado ha pasado a controlar el 100% de BFA (e indirectamente el 45% de Bankia), las cajas fundadoras (lideradas por Caja Madrid y la valenciana Bancaja) han quedado totalmente anuladas y ha aflorado un agujero contable de más de 13.000 millones de euros. Para cubrirlo, Goirigolzarri ha solicitado un apoyo en forma de capital público por 19.000 millones de euros. Este dinero provendrá con toda seguridad de los fondos de rescate europeos, después de que el Eurogrupo haya ofrecido a España una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar bancos con problemas.
La vía que se utilizará para que Europa recupere el dinero prestado es sanear y posteriormente vender las entidades que reciban el capital, como Bankia. Para ello, Bruselas prefiere utilizar la fórmula de la creación de un banco malo, que supone la segregación de todos los activos tóxicos de la entidad financiera, para facilitar la venta. El viernes, Goirigolzarri, se mostró abierto a seguir esta senda. En su discurso, el presidente de Bankia explicó que el grupo se ha marcado el objetivo de reducir en un 50% la cartera de "activos escasamente rentables", que asciende a 60.000 millones de euros. El presidente de Bankia quiere desprenderse de esos 30.000 millones de euros de créditos morosos y bienes inmuebles, y la fórmula más que probable es que acaben aparcados en un banco malo, de titularidad pública. Goirigolzarri también se ha comprometido a que en el plazo de tres años la entidad logre mejorar su ratio de eficiencia del 40%.
Reunión tensa ante las protestas de pequeños accionistas
Una junta de más de seis horas
El malestar entre los accionistas presentes en el auditorio donde se celebraba la junta, que se prolongó durante seis horas y 25 minutos, era patente. En sus intervenciones durante el turno de ruegos y preguntas, muchos pidieron al nuevo consejo de Bankia que inicie acciones legales contra los anteriores gestores de la entidad. Otros contaron que habían sido engañados o forzados para comprar acciones de Bankia. Uno de los accionistas que intervino y que dijo haber sido director de banca privada en una oficina de Caixa Laietana (una de las siete que cajas que dieron lugar a Bankia), reconoció que hubo una enorme presión sobre los empleados para colocar las acciones: "Pido perdón a mis clientes por haberles vendido acciones. Yo les pasé la información que mis superiores me facilitaron. Pero por primera vez en toda mi carrera profesional siento que les he defraudado".
Entre las más de 80 intervenciones de accionistas, predominaron las de jubilados que se dijeron engañados para invertir en un producto que no entendían. "¡Devuélvanme mi dinero. Quiero mi dinero, no quiero acciones!, después de más cinco horas de reunión. Muchos de ellos se quejaron de que la organización no había facilitado agua para los accionistas. También hubo problemas con el aforo. Algunos pequeños ahorradores que no pudieron acceder al auditorio por estar completo, empezaron a golpear las puertas, y los guardias de seguridad tuvieron que actuar. También intervinieron numerosas asociaciones y abogados que representaban a grupos de accionistas.
No se pedirán cuentas por la gestión de Rato
La junta de Bankia rechazó la propuesta de un accionista de emprender una acción social de responsabilidad contra los anteriores gestores de la entidad: el expresidente Rodrigo Rato y exvicepresidente José Luis Olivas. El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, quiso dejar claro que la entidad no será parte activa en procesos penales contra los antiguos administradores "salvo que se compruebe que en algunas de sus acciones provocaron algún perjuicio patrimonial a la entidad, algo de lo que no tenemos constancia".Todas las propuestas incluidas en el orden del día fueron aprobadas, salvo una: la ratificación del informe de gestión de 2011. En este caso, BFA optó por abstenerse, puesto que las cuentas de la entidad fueron totalmente reformuladas cuando tomó el control el nuevo equipo gestor.