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Luz verde a la entrada de Telefónica y la banca como socios

La junta de PRISA aprueba la nueva estructura de capital del grupo

La junta de accionistas de PRISA ha aprobado este mediodía la nueva estructura de capital del grupo editor y de medios de comunicación, que permitirá la entrada como socios de Telefónica y los bancos acreedores tras dar luz verde a una emisión de bonos convertibles por valor de 434 millones.

El consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, y el presidente del grupo, Ignacio Polanco en la celebración de la junta de accionistas 2012.
El consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, y el presidente del grupo, Ignacio Polanco en la celebración de la junta de accionistas 2012.Pablo Monge

La junta general de accionistas de PRISA (editor de Cinco Días) ha aprobado un reforzamiento de su estructura de capital tras dar luz verde a sendas propuestas para emitir bonos convertibles en acciones por valor de 434 millones de euros y para modificar el régimen del dividendo mínimo pactado para los accionistas poseedores de títulos de la clase B (básicamente, los procedentes de Liberty). En el transcurso de la junta, el consejero delegado, Juan Luis Cebrián, destacó que el futuro de PRISA pasa por su apuesta por la transformación digital.

La emisión de bonos contará con dos tramos. El primero será suscrito por Telefónica, que se ha comprometido a inyectar en efectivo 100 millones de euros. Y el segundo tramo, por 334 millones de euros, irá destinado al sindicato de bancos acreedores, formado por alrededor de 38 entidades. HSBC, CaixaBank y Santander han garantizado que suscribirán este tramo en su totalidad mediante un canje de préstamos.

Los bonos vencerán a los dos años (en 2014), momento en el que se convertirán en acciones clase A de PRISA, si es que no se hubieran convertido antes. A efectos de la conversión, el precio de las acciones será de 1,03 euros.

El consejero delegado del grupo y presidente de El País, Juan Luis Cebrián, subrayó que la operación aprobada hoy es un paso más en la decidida voluntad del grupo de sanear "de forma definitiva" su balance.

Según explicó el consejero delegado adjunto y director financiero, Fernando Abril-Martorell, el acuerdo aprobado por la junta reducirá el endeudamiento de PRISA en 650 millones en 2014 respecto a lo que hubiera pasado si no se hubiera acometido este reforzamiento del capital; aliviará la situación de liquidez de la compañía a corto plazo; limitará la dilución para los accionistas tradicionales del grupo; y supone una muestra del apoyo de los acreedores más significativos y de Telefónica, como socio estratégico, al grupo.

En todo caso, ambos directivos coincidieron en que, siendo lo de hoy un paso significativo para el proceso de normalización financiera de PRISA, habrá que adoptar nuevas medidas.

Así, Cebrián avanzó que el grupo prepara nuevas ventas de activos "de considerable tamaño" que, en todo caso, no afectarán de forma sustancial ni al perímetro del grupo ni al futuro de la empresa. La dirección ya tiene preparados análisis sobre posibles precios de venta y ya ha contactado con potenciales compradores.

Asimismo, PRISA seguirá impulsando "mejoras de eficiencia" que pasarán por nuevos ajustes de plantilla, aunque en cifras inferiores a las del proceso llevado a cabo en 2010 y 2011, que se saldó con 2.000 trabajadores afectados.

Los nuevos ajustes de personal se llevarán a cabo cuando el Gobierno publique en el BOE la nueva legislación laboral y cuando el grupo tenga diseñados los nuevos modelos de producto y los cambios organizativos que va a impulsar en las áreas afectadas. La empresa quiere llevar a cabo este proceso desde la negociación y el diálogo con los representantes sindicales.

Cebrián justificó estas medidas en la necesidad de adaptar las estructuras de costes del grupo a la nueva realidad del mercado generada por la crisis y la irrupción de las nuevas tecnologías. "Hay que proceder a una transformación radical de nuestros métodos de trabajo que producirá, en un plazo no largo, una mayor eficiencia, basada sobre todo en la atención a nuestros millones de clientes y en la personalización de los servicios que les ofrecemos", afirmó.

Guerra del fútbol

En su discurso, el consejero delegado de PRISA también aprovechó para referirse a la llamada guerra del fútbol. Cebrián denunció la "irrupción violenta y arbitraria" del poder político en el mercado de los derechos deportivos, en especial durante los gobiernos de Aznar y de Rodríguez Zapatero, y siempre en connivencia con la Generalitat de Cataluña.

"De aquella maniobras vergonzantes se deriva, en gran parte, la desastrosa situación de las televisiones públicas autonómicas y la configuración de un modelo audiovisual que no ha hecho sino empeorar con el tiempo", apostilló.

Por ese motivo, elogió la "transparencia, neutralidad y ánimo de cooperación" del actual Gobierno y se mostró confiado en poder llegar a un acuerdo para la próxima temporada de la Liga de fútbol y de la Copa, en un nuevo escenario económico en el que ya no puede tener cabida la burbuja futbolística creada con anterioridad.

En la junta también intervino el presidente de PRISA, Ignacio Polanco, que destacó el liderazgo que mantienen las unidades de negocio del grupo pese a la desfavorable situación económica general.

Asimismo, recordó la reciente aprobación por parte del consejo de un Código æpermil;tico aplicable a todos los trabajadores de PRISA (y que se quiere extender a proveedores y clientes), basado en el respeto a los derechos humanos, las libertades públicas y los principios y valores de la sociedad española.

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