Fitch achaca el reciente deterioro de la solvencia de España a fallos "básicos" en la eurozona
La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha achacado el fuerte deterioro de la solvencia de España en los últimos meses a fallos "básicos" y errores políticos a nivel europeo, y ha advertido de que los problemas de España pueden tener unas mayores consecuencias que los de Grecia.
"El dramático deterioro de la solvencia de España en el último año es un síntoma de fallos básicos y más amplios en el diseño de la eurozona y errores políticos a nivel europeo en la respuesta a la crisis. Esto podría tener mayores repercusiones que los problemas en Grecia", advierte en un informe sobre los ratings soberanos.
En concreto, Fitch explica que este deterioro de la solvencia se ha producido debido a los crecientes costes de recapitalización de la banca, a una mayor recesión, a la revisión al alza del déficit y de los objetivos fiscales, a las proyecciones al alza del ratio de deuda pública y a las limitadas condiciones de financiación.
Asimismo, agrega que el tamaño de España y el potencial contagio de sus problemas a Italia hace que la situación del país sea "sistémicamente más importante" que la de la economía helena.
La agencia recortó el pasado 7 de junio en tres escalones el rating de España, desde 'A' a 'BBB' con perspectiva 'negativa', debido al coste fiscal que tendrá el proceso de recapitalización del sector bancario, a un empeoramiento de las perspectivas de la economía española y al incremento de la probabilidad de que España necesite ayuda financiera externa.
Solución a la crisis europea
En términos globales, Fitch añade que la crisis sistémica que atraviesa la eurozona y las presiones a la baja sobre los ratings de los países de la unión monetaria es "improbable" que disminuya hasta que los líderes europeos articulen una hoja de ruta "creíble y sustancial" hacia una mayor integración política, financiera y fiscal.
En este sentido, cree que la Cumbre de los jefes de Estados y de Gobierno de la UE que se celebrará esta semana en Bruselas es "improbable" que resuelva la crisis de la eurozona, pero supone una "oportunidad" para dar "pasos positivos" que estabilicen la situación.
"Una mayor claridad en la senda hacia una unión fiscal, financiera y política más profunda marcaría un importante punto de inflexión hacia una resolución final de la crisis", añade.