La deuda pública gana la guerra a los depósitos
El Tesoro ha pagado más del 5% por emitir letras a 12 y 18 meses, una rentabilidad que mete al Estado de lleno en la pelea por captar ahorro privado.
En los momentos de máxima tensión, nervios y aversión al riesgo suelen darse las mayores oportunidades de inversión. Comprar cuando los inversores huyen en masa parece un acto reservado solo a los valientes, pero la historia muestra que la recompensa puede ser enorme si se elige bien dónde colocar el dinero en una época convulsa. La escalada reciente de la rentabilidad de la deuda pública española -un activo que antes de la crisis nadie dudaba que estuviera libre de riesgo- mete al Estado de lleno en la guerra por captar el ahorro privado. ¿Es momento de apostar por la deuda pública?
"Si uno piensa que España no va a quebrar, los tipos de interés que te ofrece cualquier tramo de la curva son maravillosos", reconoce Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB. La clave es, por tanto, confiar o no en la capacidad de pago del Estado, algo que la mayoría de expertos consultados piensa que está fuera de toda duda, especialmente en el corto plazo.
Esta semana el Tesoro ha emitido letras a 12 y 18 meses a tipos superiores al 5%, un nivel de rentabilidad que no consiguen batir ni los mejores depósitos. De hecho, la rentabilidad de las letras duplica los tipos medios de los productos bancarios que uno pueda encontrar en el mercado. Banco Finantia Sofinloc ofrece uno de los depósitos más competitivos, un producto que renta el 4,2% a 13 meses pero apenas hay un par más que paga el 4% a 11 o 12 meses. Incluso en la oferta de pagarés, el vehículo estrella de la banca para captar financiación desde que se penalizaron los depósitos de alta remuneración, la rentabilidad difícilmente supera el 4% a plazos entre 12 y 24 meses.
Los pagarés, además, no están asegurados por el Fondo de Garantía de Depósitos, algo que sí ocurre con los depósitos, puesto que en caso de liquidación de la entidad garantiza hasta 100.000 euros por cliente. "Es mejor el riesgo soberano que el bancario y además paga un poco más", asegura Carlos de Andrés, director de inversiones de March Gestión.
La elevada rentabilidad de la deuda pública se convierte así en un reclamo, algo que ha llevado a varias firmas de intermediación que trabajan con pequeños inversores a lanzar campañas de publicidad que animan al ahorrador a comprar deuda pública. "Las letras en todos los plazos son oportunidades claras de compra. Las oportunidades para ganar dinero en los plazos largos son incluso superiores si se hace trading (compra y venta), algo más reservado a los profesionales", reconoce Cristina Gavín, gestora de renta fija de Ibercaja.
La rentabilidad de la deuda se mueve a la inversa que el precio al que cotiza en el mercado. Esto significa que las fuertes subidas de los tipos de interés de las letras, bonos y obligaciones obedecen a la huida de inversores en las últimas semanas. Una tendencia que refleja las incertidumbres que genera la economía española y las dudas que suscita tanto la capacidad de pago del Estado como la supervivencia del euro. Si uno piensa que el nerviosismo remitirá y que Europa encontrará la fórmula para acabar con la desconfianza, lo más probable será ver compras de deuda en el mercado que favorecerán a los que entren en el momento actual y quisieran vender antes de vencimiento. La otra opción es dejarse seducir por las rentabilidades actuales pues si se mantiene la inversión al vencimiento se recuperará lo invertido más los intereses.
"Todo lo malo está en precio. No significa que no se pueda poner peor, pero los precios descuentan ya noticias muy negativas", explica Félix López, director de inversiones de ATL Capital, experto que reconoce haber acudido esta semana a la subasta de letras. "A corto plazo, España no va a quebrar y si eso es cierto las rentabilidades son atractivas. Recomendamos estar en deuda pública española. A nadie le compensa que se rompa el euro y hay mecanismos en Europa para relajar las primas de riesgo", explica Carlos de Andrés, director de inversiones de Banca March.
Lo cierto es que en las últimas sesiones la expectativa de un gran pacto europeo que ponga fin a la escalada de tensión del mercado y defina la hoja de ruta con la que combatir definitivamente la crisis soberana en Europa ha relajado mucho la presión a la que se ha visto sometida la deuda pública. Un motivo que explica que los bonos a dos años que emitió el Tesoro el jueves se pudieran colocar a unos tipos inferiores a las letras subastadas dos días atrás. En concreto, se emitieron a rentabilidades medias del 4,71%, mientras que a tres y cinco años se colocaron al 5,5% y 6,072% respectivamente, unos rendimientos, con todo, también elevadísimos para un entorno de inflación y de tipos como el actual. No hay que olvidar que el precio del dinero en la zona euro está en el 1%, el mínimo histórico, y los expertos no descartan rebajas adicionales este ejercicio, incluso tan pronto como en julio. La inflación, por su parte, está en el 1,9% en España.
Los pasos hacia la solución definitiva de la crisis probablemente provocarán caídas en los tipos de interés en las próximas subastas. La AEB reconoció esta misma semana que no se encuentra preocupada por la competencia que pueda suponer la deuda soberana a los productos bancarios. Una rebaja de la prima de riesgo será bienvenida pero quienes apuesten ahora por la deuda pública seguirán encontrando rendimientos difíciles de batir.
Las cifras
5% es el tipo de interés que ha tenido que pagar el Tesoro esta semana por emitir letras a 12 y 18 meses.1% es el nivel al que se encuentran los tipos de interés en la zona euro. Las previsiones de los expertos apuntan a caídas adicionales este año.1,9% es la tasa de variación interanual de la inflación, según los datos del INE publicados en mayo.