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Doug Ingram. Vicepresidente ejecutivo de Allergan y responsable en Europa

"Vamos a vender el bótox para tratar las migrañas"

Acude a España para iniciar una campaña sobre la seguridad en los implantes de mama, uno de los productos del gigante farmacéutico de EE UU, y para explicar el uso terapéutico de la toxina botulínica.

Entró a trabajar para la compañía californiana Allergan (EE UU) como abogado en 1996. Más de una década después, Doug Ingram (Phoenix, EE UU, 1962) es vicepresidente ejecutivo de la firma y responsable para Europa, África y Oriente Próximo. Esta farmacéutica está especializada en productos para oftalmología (comenzó en la década de los cincuenta con gotas para conjuntivitis alérgica), neurología y medicina estética. En 2002 lanzó Vistabel (bótox) para el uso contra las arrugas faciales. Una década después quiere revolucionar el uso de esta toxina.

¿Qué planes tienen para Europa y España?

Hasta hace poco, la mayor parte de las ventas provenían de Estados Unidos, pero está habiendo un cambio muy importante por la demanda de otras partes del mundo. Incluso en Europa y España, aunque haya crisis económica, creemos que podemos tener éxito si innovamos. Queremos ayudar a los pacientes, servir a los médicos y todos juntos innovar. Estamos introduciendo nuevos tratamientos en las áreas de oftalmología, neurociencia y de medicina estética. En neurociencia, por ejemplo, vamos a comercializar el bótox para tratar la migraña crónica. Esta patología tiene una alta incidencia en la población y debilita mucho al paciente. En España, un 2,3% de las personas la sufren, pero solo un 20% de ellas están diagnosticadas. Y seguimos teniendo éxito en España a pesar de la crisis. A diferencia de otras compañías farmacéuticas que están acometiendo recortes de personal, nosotros estamos contratando.

¿Cómo se utiliza el bótox para esa patología?

El bótox, de hecho, se utilizó primero en 1989 para enfermedades que no tenían que ver con la estética. Sería recetado por un médico experto en neurología. Se inyecta en la parte superior del cuello y se usa de forma profiláctica. Se usa una vez cada tres o cuatro meses y no alivia simplemente en ese momento, sino que se mantiene durante ese periodo.

¿Está enfocado en dolores musculares que provocan la migraña?

No. Está indicado para migraña crónica. Sirve para paliar el dolor. Sobre qué causa esta dolencia hay debates. Pero solo se prescribe bótox cuando el paciente ya está diagnosticado.

¿Cómo se comercializará? ¿También a través del sistema público?

Va a ser también del uso de la sanidad pública. Ya tenemos una autorización administrativa. Actualmente estamos en negociación con el Ministerio de Sanidad y esperamos lograrlo para este año.

¿Cuál es la estimación de mercado?

No queremos crearnos expectativas, pero fuentes externas hablan de 500 millones de dólares al año unos 400 millones de euros.

¿Tienen problemas de cobros con clínicas privadas y públicas en España?

Sí, los tenemos. Y el tiempo de reembolso es largo. Típicamente se produce en un hospital público, en oftalmología, y también con el bótox.

La estética, ¿va a crecer más en el mundo que otros sectores de la salud?

Para nosotros, cualquier área dependerá de las innovaciones que tengamos. La parte del bótox para terapéutica va a crecer mucho. Y en general, el campo de la medicina estética sí va a seguir creciendo. La gente vive más tiempo en todo el mundo, se siente mejor, quiere tener el aspecto de cómo se siente por dentro y se cuida más.

¿Qué importancia tiene para una empresa como la suya la I+D?

Es crucial. Esta compañía fue fundada en base a la I+D. Solo para darle un dato, le comento que Allergan invirtió el año pasado 920 millones de dólares en este capítulo. Esto es lo que siempre nos ha diferenciado y por eso hemos sido líderes. Por supuesto que a veces tenemos pérdidas con algún desarrollo, pero si no las tuviéramos, es que no nos estamos arriesgando. Desarrollar el bótox, en la aplicación clínica, nos ha llevado 10 años y 80 millones de euros, pero va a tener un crecimiento increíble que lo justifica.

¿Por qué surgen estas empresas en EE UU y más particularmente en California?

En la Costa Oeste, en California, hay muchas compañías de biotecnología e innovadoras muy centradas en la tecnología. Es un buen lugar porque tiene mucho talento y hay muchas fuentes de financiación privada también por el polo que es Silicon Valley.

¿Implantes? Cinco preguntas al cirujano

La razón principal de la visita de Ingram a España ha sido reunirse con las sociedades científicas para lanzar una campaña sobre la importancia de la calidad en los implantes mamarios.A principios de año, surgió un aviso sanitario sobre unos implantes de silicona defectuosos de la marca francesa PIP. "Hay miedo en las mujeres por el implante que llevan. Por eso hemos empezado una campaña sobre la importancia de la calidad. Promovemos el diálogo, queremos que las mujeres pregunten a sus médicos sobre la calidad de los productos. Es un objetivo ambicioso, pero queremos que sea la calidad lo que lleve a un paciente a elegir un determinado producto y no el precio".En su campaña aconsejan a las mujeres que hagan cinco preguntas a sus cirujanos antes de tomar una decisión: "Qué marcas utiliza y por qué? ¿El producto tiene una investigación y práctica clínica probada? ¿Confía usted en el fabricante y por qué? ¿Qué uso se hace del producto en todo el mundo? ¿Cuál es la satisfacción de sus pacientes?"."Ha habido un error en los fabricantes que no han dado suficiente información sobre los productos", reconoce.Y asegura que las ventas de sus implantes han crecido alrededor de un 17%, "porque los facultativos se han dado cuenta de que la calidad es más importante que el precio". Aunque sospecha que todavía existen malos fabricantes en algunos lugares del mundo, "pero a la larga desaparecerán".

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