Solo uno de cada 10 hipotecados está en paro
La Asociación Hipotecaria Española defiende que pese a la dureza de la crisis la tasa de mora de préstamos a particulares sobre la compra de inmuebles se mantiene en el 2,74% (a cierre de 2011). El sector espera mantener controlado este índice dado que, según sus cálculos, solo uno de cada 10 hipotecas está en manos de un parado y por el efecto beneficioso de la rebaja de tipos de interés.
La morosidad de la cartera de hipotecas concedidas a particulares está muy controlada, en el 2,74%, según el último dato disponible, de cierre de 2011. Este es el mensaje de tranquilidad que ha querido mandar esta mañana la Asociación Hipotecaria Española, en la que están presentes las entidades financieras que conceden este tipo de créditos. A tan solo unos días de que también esta cartera sea desnudada por parte de las evaluadoras independientes, la AHE defiende que esta baja cifra de mora no proviene de "procesos mágicos", sino que se deriva de dos factores clave: el paro entre hipotecados y el tipo de interés.
En primer lugar, aduce la Asociación, la rebaja de los tipos de interés aplicada por el Banco Central Europeo para moderar los efectos de la crisis ha logrado que "en términos medios prácticamente la totalidad de la cartera hipotecaria" este afrontando "cuotas inferiores a las del momento de la contratación". Un efecto, prosigue la nota de la AHE, que "no solo ha permitido generar exceso de caja en una buena parte de los deudores hipotecarios", sino que además "ha posibilitado una mejor adecuación a la realidad económica en los procesos de renegociación crediticia".
El segundo gran factor es la alta proporción de hipotecados que conservan su empleo, pese al altísimo nivel de paro que azota al país (24,4% a marzo 2012). En concreto, según las estimaciones de la AHE "en cifras aproximadas, el porcentaje de parados que tienen contratado un préstamo hipotecario representa en torno a un 7% o 9% del total de préstamos hipotecarios contratados por hogares, cifra comparativamente baja en relación a la tasa de paro nacional y que define un impacto débil del desempleo en la morosidad".
Este fenómeno lo explican en la AHE con tres argumentos clave. En primer, por el hecho de que aquellos que firman una hipoteca suelen tener "un perfil más consolidado de empleo", mientras que el grueso de la destrucción -en un primero momento, al menos- se produjo entre los empleados temporales. El segundo factor es el apoyo económico de familiares y avalistas. Por último, la AHE destaca que el desempleo no afecta por igual a todos los segmentos de población y que es mayor, por ejemplo, entre los mayores de 30, que aun no han accedido a la compra de una vivienda, o entre los mayores de 50, muchos de los cuales ya habían pagado la suya.
Las manifestaciones e la AHE, en todo caso, se producen solo unos días antes de que las evaluadoras independientes, Oliver Wyman y Roland Berger, publiquen los resultados de sus test de estrés en los que tendrán en cuenta el impacto que tendría un empeoramiento de la situación económica sobre las entidades, estudiando la reacción de la cartera hipotecaria, así como la de consumo o préstamo a empresas. El mensaje de calma busca tranquilizar al mercado sosteniendo que no habrá sorpresas desagradables en este tipo de créditos.