Las empresas piden más incentivos fiscales para seguir invirtiendo en I+D
El gasto en I+D es una de las principales víctimas de los recortes presupuestarios para reducir el déficit. El primer avance de los datos del ejercicio pasado señala que esa partida habría caído un 4,1% anual hasta los 13.989 millones, por debajo de lo registrado en 2008.
La evolución de los fondos públicos y privados ha sido a la baja, aunque el descenso ha sido especialmente significativo en el caso de las empresas. Estas gastaron 5.932 millones en actividades ligadas a innovación y desarrollo, lo que representa el tercer año de descenso de una partida que ha vuelto a los niveles de 2007.
¿Por qué se ha producido ese descenso? En primer lugar, la prolongación de la crisis económica ha obligado a las empresas a recortar los fondos en todas las partidas, incluidas las ligadas a la I+D. Las empresas, sin embargo, creen que deberían contar con un marco fiscal más ventajoso, que se adaptará a la actual situación. Así lo reflejan en el informe que la consultora F. Iniciativas ha realizado para el Ministerio de Economía y Competitividad, en el que exigen un nuevo marco. "Pese a que las compañías reconocen que es un sistema potente y ha funcionado muy bien, no ha evolucionado con el entorno económico, por lo que precisa de una revisión y adaptación que permita un mejor uso por parte de las empresas", recalca María Corominas, directora general de la consultora. Para la elaboración del estudio se ha consultado a 523 empresas, de las que un 78% tenía más de 250 trabajadores. Dos de cada tres reconoce que utiliza la vía de la deducción fiscal por gasto en I+D, pero el resto no lo hace, en su gran mayoría, por encontrarse en pérdidas.
Por ello, proponen en el estudio la búsqueda de alternativas en el caso de que el gasto realizado no tenga retorno fiscal a corto plazo. Así, ponen como ejemplo lo que se aplica en Irlanda, donde el pago de las inversiones se puede realizar en varios plazos. "Las empresas pueden hacer líquidos esos importes porque pueden ir a una entidad financiera y con la garantía de esas deducciones conseguir un préstamo", recalca Corominas.
Fuerte retraso en los informes motivados
Las empresas consultadas avalan los informes motivados como la herramienta que más seguridad jurídica les otorga a la hora de deducirse los gastos que realizan en I+D. Este instrumento, creado en 2004, permite que el Ministerio de Economía elabore un informe avalando que la compañía cumple con los requisitos técnicos y científicos para poder aplicarse bonificaciones fiscales.Este estudio tiene carácter vinculante con la Agencia Tributaria, por lo que no requiere de una revisión posterior. La ley establece que no deben pasar más de tres meses desde que una empresa pida el informe hasta que se lo elabore el Ministerio de Economía.Nada más lejos de la realidad. Las compañías que pidieron informes motivados durante el pasado ejercicio todavía no los han recibido y algunas denuncian que el retraso en algunos casos puede llegar a superar el año.