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Está a punto de cerrar con Accor la apertura de dos complejos en Madrid

Pierre & Vacances se pone como meta duplicar su tamaño en España

El grupo de apartamentos turísticos Pierre & Vacances está a punto de cerrar un acuerdo para tener dos residencias urbanas Adagio en Madrid, al 50% con Accor. La empresa estima que España es su objetivo prioritario de crecimiento y prevé incrementar su presencia un 45% en dos años.

Pierre & Vacances prevé crecer en España. El grupo de apartamentos turísticos quiere incrementar su presencia desde los 3.465 apartamentos que mantiene este año hasta los 5.000 en 2014, un 45% más. Para 2016, quieren duplicar su tamaño actual en el país, es decir, alcanzar los 7.000 alojamientos.

El presidente ejecutivo del grupo en España, José María Pont, avanzó ayer a periodistas que "España es uno de los objetivos de crecimiento prioritario para el grupo". Prevén pasar de 30 millones, que ingresarán según sus cálculos en 2012, a una facturación de 45 millones en 2015 en España. En el último año, incrementó su capacidad de alojamiento en un 12%.

A nivel global, el grupo Pierre & Vacances facturó 1.470 millones de euros en el ejercicio 2010-2011 (su ejercicio va de septiembre a septiembre). Un 75% de los ingresos procedía del negocio turístico y un 25% del inmobiliario. Suman 51.000 apartamentos en ocho países y 7,7 millones de clientes anuales. El grupo trabaja para ampliar las zonas en las que tiene presencia en España. De hecho, la compañía está próxima a cerrar un acuerdo para dos aperturas en Madrid con su marca de residencias urbanas Adagio, que mantiene al 50% con la francesa Accor. Pretenden abrir dos establecimientos, que se sumarán al ya abierto en Barcelona. Pont consideró que el objetivo "sería tener unos 300 o 400 apartamentos entre las dos ciudades".

Descartó seguir ampliando este modelo urbano a más capitales de provincia. Este tipo de negocio no es nuevo para el grupo francés, que ya posee un total de 80 complejos Adagio en toda Europa con fuerte presencia en ciudades como París, donde tiene 17 complejos.

Hasta ahora, el punto fuerte de Pierre & Vacances han sido los destinos de costa. La gran mayoría de los 29 complejos que mantiene en régimen de gestión, arrendamiento o comercialización están ubicados en el Levante y en el sur de España. Por eso, Pont, que seguirá mirando oportunidades para consolidarse en ese destino, estima que van a ampliar la búsqueda a complejos en las islas Baleares o las islas Canarias.

La expansión del grupo supone "incrementar el número de destinos de la marca de alta gama Pierre & Vacances Premium y abrir uno o dos nuevos resorts Pierre & Vacances Villages Clubs", detallaron desde la compañía. El presidente asumió sin embargo que el proyecto para abrir los complejos nuevos está "bastante verde aún, poco maduro. Aún no hemos encontrado un emplazamiento que case con nuestras necesidades y nuestras exigencias", afirmó. En el último año, el grupo francés ha incorporado a su oferta española tres nuevos complejos, sumando 255 apartamentos de gestión directa, ubicados en Salou (Costa Dorada), L'Estartit (Costa Brava) y Mojácar (Almería). Han supuesto una inversión de 2,8 millones de euros.

El grupo ha puesto en marcha este año "un plan de mejoras de sus complejos para adecuarlos a la nueva estrategia de la marca diseñada para dar respuesta a las nuevas exigencias y necesidades de los clientes", apuntaron desde la compañía. Pierre & Vacances ha adaptado el complejo de Altea Hills "para convertirlo en el primero de España de la marca Premium", afirmó.

Además, la compañía ha integrado tres de sus cuatro complejos Maeva en España bajo el sello Pierre & Vacances. Hasta ahora, el 90% de los clientes de Pierre & Vacances provenían de fuera de España.

Un negocio que necesita regulación

El presidente de Pierre & Vacances en España se quejó de "la ausencia de un marco regulatorio claro en el país, que dificulta el crecimiento de esta categoría turística". "Este tipo de explotación turística está inmerso en una madeja legislativa complejísima, primero, porque depende de cada comunidad autónoma, y además, porque es un negocio que no se entiende", afirmó Pont.El directivo señaló que es importante que se detalle una normativa que "proteja los intereses de los propietarios, regule la utilización para impedir usos desviados de las instalaciones y que se gane en coordinación respecto a permisos y en seguridad jurídica. Con estos refuerzos, la implantación de este modelo iría mucho más rápido, ganaríamos todos".Con todo, el responsable espera que España, a largo plazo, sea tan fuerte como Francia en este negocio.

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