Un plan de inyección de capital cogido con alfileres
Una vez cifrado el agujero de Bankia (19.000 millones) queda conocer cómo se financiará la factura. Una cuestión espinosa que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no quiso aclarar ayer. "Se están estudiando los procedimientos", aseguró en rueda de prensa. Lo cierto es que con los recursos públicos del FROB muy mermados -quedan liquidez disponible por 5.300 millones- y la prima de riesgo en niveles récord las opciones escasean. El recrudecimiento de la crisis soberana complica la búsqueda de financiación, algo que ha llevado al Ejecutivo a barajar soluciones que incluyen la inyección de deuda pública en vez de efectivo en Bankia, una vía que evitaría tener que captar recursos en el mercado en un momento de alta tensión como el actual.
El saneamiento del sector financiero sigue abierto y a la espera de conocer el importe final del agujero que deberá cubrir la banca, -una cifra que ayudarán a concretar las auditorías independientes encargadas por el Gobierno-, las necesidades millonarias de Bankia ya han obligado al Ejecutivo a trabajar en diversas vías para conseguir los recursos necesarios. La opción prioritaria del Gobierno sigue siendo captar financiación en el mercado pero consciente de las difíciles condiciones actuales -y obcecado en evitar a toda costa el recurso al fondo de rescate europeo- ya estudia dos vías alternativas que contemplan el pago a Bankia con deuda pública en vez de efectivo, según explican fuentes gubernamentales.
En vez de emitir deuda en el mercado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para después inyectar la liquidez en Bankia, la fórmula más utilizada hasta ahora para financiar la reestructuración del sector, el Gobierno estudia entregar directamente a la entidad títulos de deuda emitidos por el FROB o por el Tesoro. De esta manera evita pasar por el mercado para buscar una financiación cada día más costosa, al tiempo Bankia obtendría la liquidez necesaria de manos del BCE, al presentar la deuda española como colateral para obtener efectivo.
La intención del Gobierno es utilizar la liquidez del FROB y el resto, hasta los 19.000 millones de euros que necesita Bankia, se aportaría mediante la inyección de deuda del fondo en la entidad. En total, por tanto, se necesitan menos de 14.000 millones de euros para reflotar el banco. El FROB tiene un límite de endeudamiento de 27.000 millones y con lo que ya tiene comprometido (14.800) cuenta con una capacidad de unos 13.000 millones siempre y cuando el Ministerio de Economía no amplíe la capacidad de apalancamiento del fondo. Una tercera vía sería la combinación de la liquidez del FROB con la inyección directa de deuda emitida por el Tesoro.
Saltarse el paso por los mercados puede parecer beneficioso dada la tensión actual aunque los expertos advierten que pueden tener consecuencias negativas y aumentar aún más la desconfianza hacia la deuda pública en circulación. "Emitir por la puerta de atrás es una mala señal", avisa Joaquín Maudos, Investigador del IVIE y profesor de la Universidad de Valencia. "Aumenta el ratio de endeudamiento del Estado -al tener que emitir deuda nueva- y traslada incertidumbre sobre el sector financiero", avisa Borja Gómez, de Inverseguros. Inyectar deuda estatal, además, tiene el peligro de provocar una caída de la valoración de los activos del banco si la deuda pierde valor en el secundario. Un mal menor, eso sí, siempre y cuando el BCE acceda a financiar a la banca.
El Gobierno no ha contactado al BCE
La financiación del rescate a Bankia dependerá en gran medida del BCE si, tal y como planea el Gobierno, la entidad se recapitaliza con la inyección directa de nueva deuda pública y esta se presenta como garantía ante Mario Draghi, para que aporte así la liquidez necesaria. El presidente del Gobierno, sin embargo, afirmó ayer que aún no ha abordado esta opción con la autoridad monetaria. Una declaración que se produjo después de que Reuters difundiera una información en la que aseguraba que el Ejecutivo ya cuenta con el respaldo del BCE.Inyectar deuda en Bankia para financiar el rescate levanta muchos interrogantes técnicos y uno de ellos es precisamente el tipo de interés al que se realizarían estas emisiones. Si el Estado coloca deuda en el mercado los inversores exigen unos intereses pero si el Tesoro crea deuda sin pasar por el mercado queda saber a cuánto ascenderían. En principio, el Estado tendría que pagar los cupones a Bankia pero al mismo tiempo la entidad acabará en manos del Gobierno, lo que hace el entramado más complicado aún. La duda está en ver si realmente Bruselas acepta este mecanismo que abarataría notablemente la financiación.