Bares imprescindibles, cócteles especiales
Cinco establecimientos de Madrid y Barcelona nos sirven sus mejores tragos
Ahora que el calor por fin se ha asentado, nada más apacible que despedir la tarde en un bar o una terraza, mientras se disfruta de una bebida fría. La oferta es bastante amplia. Para ayudarle a elegir, hemos pedido a El Tenedor.es, un portal dedicado a la reserva de mesas online (presta servicio a más de 5.000 restaurantes de toda España) que nos proponga cuatro de los establecimientos mejor valorados por sus usuarios de Madrid y Barcelona, a los que hemos añadido un clásico de la capital, con el que empezamos este breve repaso.
Museo Chicote. Tributo a Ava Gardner
Los tiempos han cambiado y quizás en su salón las señoritas ya no reciban "un piropo retrechero más castizo que la calle de Alcalá", como cantaba Agustín Lara, pero Chicote sigue siendo un imprescindible de la Gran Vía madrileña. Ava Gardner era una de las muchas celebridades que solía frecuentarlo en los años cincuenta. De ahí que, en honor a la diva, el bar haya incorporado a su carta un trago que lleva su nombre. Se trata de una mezcla de ron y puré de mandarina, a la que se le ha añadido un bíter de canela y especias, además de licor de chocolate blanco y de pimienta de Jamaica. "Es un cóctel fresco y equilibrado, que lleva sabores que se asocian al verano", explica el bartender Francesco Cavaggioni. "Desde su creación en enero pasado, es uno de nuestros tragos más solicitados", añade.
La terraza del Clarís. Toque mexicano
Situado en la última planta del Hotel Clarís, es uno de los restaurantes de moda en Barcelona. Desde allí las vistas son increíbles. La terraza elabora cocina de autor con productos mediterráneos. En junio estrenará sesiones en directo a cargo del disc jockey Augus todos los viernes y sábados a partir de las 9.30 de la tarde, una propuesta que se suma a los habituales conciertos de jazz y bossa nova. La extensa carta de cócteles de la casa acompaña estas veladas. Entre ellos destaca el tequila sunrise, una combinación de la típica bebida mexicana, zumo de naranja y granadina, que se sirve acompañado de bocaditos salados y se toma directamente.
La chulapa de Alcalá. Tónicas con infusiones
En la acogedora terraza con vistas a la plaza de Cibeles y la Puerta de Alcalá de este restaurante madrileño, los aficionados a los gin-tonics pueden disfrutar de una versión distinta del popular Tanqueray no Ten. Esta marca de ginebra estuvo buscando una fórmula original de realzar los sabores ya presentes en su clásica tónica (cítricos frescos, enebro y camomila) y encontró una solución en las infusiones. Así que ahora ofrece cinco variedades de bolsitas con las que poder mezclar el gin-tonic: Juniper, con sabor a enebro y cítricos; Spices, con una agradable mezcla de especias; Fresh Citrus, con notas a pomelo; un relajante Camomile, que lleva toques de cilantro y manzanilla y, por último, Balance, que combina todos los anteriores. La Chulapa de Alcalá sirve estas combinaciones en un espacio que se caracteriza por su elegancia, "con un toque histórico a la vez que divertido".
Ornina. Cultura árabe, sabor francés
Queda en plena avenida Diagonal y es otro de los restaurantes del momento en la Ciudad Condal. Ornina lleva el nombre de la diosa de la música en la civilización árabe. Su lounge bar es diáfano, espacioso y está decorado con espejos con arabescos que reflejan la fusión de culturas que inspira el local. Se trata de un espacio concebido para tomar una copa y disfrutar de música en vivo. Aquí el trago estrella es el cointreaupolitan, una mezcla de Cointreau -célebre licor francés elaborado a base de cáscaras de naranja-, zumo de arándanos y lima. "Es un cóctel dulce que gusta mucho a las mujeres", dice Simone Carena, responsable del restaurante. La casa obsequia a sus clientes con una coctelera para que puedan preparar el trago en casa.
De las Letras. Mojito hecho al momento
A través de sus ventanales se puede contemplar cómo fluye la vida en la Gran Vía de Madrid, mientras se saborea comida de autor, moderna y mediterránea. Abierto en 2005, el restaurante De Las Letras, ubicado en la última planta del hotel del mismo nombre, se ha convertido ya en una referencia de la zona más céntrica de la capital por su excelente relación entre calidad y precio. Al frente de su barra están Saúl del Campo y Pierre Guitard, dos innovadores cocteleros que adaptan su carta a las diferentes temporadas. En verano son famosos sus mojitos, que sirven en el ático del hotel. "El secreto está en prepararlo todo al momento, para que todos los aromas y sabores conserven su frescura", explica Del Campo. "Nosotros cortamos las hojitas de hierbabuena y machacamos todo al momento, hasta que esté bien mezclado", añade por su parte Guitard. Naturalmente, todo sabe mucho mejor al atardecer, después de un extenuante día de trabajo, desde las alturas y acompañado de alguna de las tapas de su carta veraniega.