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Recupera los 6.534,4 puntos pese a los malos datos económicos

El Ibex rebota un 1,46% pero se enfrenta a un mes de alta volatilidad

Tocó rebotar tras los recortes recientes. Los inversores obviaron ayer el resultado descafeinado de la cumbre europea, los malos datos económicos y las incertidumbres que planean sobre Europa. El Ibex recuperó un 1,46%, hasta los 6.534,4 puntos, pero los expertos temen un mes volátil hasta que los comicios griegos del 17 de junio ayuden a definir el futuro del país.

La cumbre europea celebrada el miércoles en Bruselas no trajo cambios sustanciales ni ninguna orientación clara de los líderes europeos sobre cómo estabilizar los mercados financieros a corto plazo. El encuentro puso de relieve la división que existe en Europa sobre cómo afrontar la crisis al subrayar las diferencias entre Francia y Alemania en asuntos clave como los eurobonos. Pese a todo, los mercados rebotaron tras el desplome de la víspera.

Quizá las recetas que se plantearon para fomentar el crecimiento como la recapitalización del Banco Europeo de Inversiones y la movilización de fondos estructurales, acuerdos que deberán hacerse realidad en la cumbre oficial de finales de junio fueron la excusa para atraer a los cazadores de gangas.

La sesión arrancó así con subidas leves que fueron cobrando peso con fuerza pese a los malos datos económicos. El índice PMI cayó a 45,9 puntos desde los 46,7 de abril, un retroceso mayor de lo esperado que aumenta la probabilidad de contracción en la zona euro en el segundo trimestre. El índice IFO de clima empresarial en Alemania también resultó peor de lo previsto, retrocedió a 106,9 desde 109,9 del mes anterior. Las decepciones traspasaron fronteras y la ralentización de las peticiones de bienes de capital en EE UU también resultó mayor de lo esperado. Cayeron el 1,9% tras el retroceder el 2,2% el mes anterior, lo que apunta a una desaceleración.

Los inversores, pese a todo, obviaron las malas noticias y las compras se impusieron con subidas en bloque en todos los sectores. Un patrón de comportamiento totalmente opuesto al vivido la víspera cuando los números rojos afectaron a todo tipo de compañías sin excepción. En este contexto el Ibex rebotó un 1,46% hasta los 6.534,4 puntos, mientras que en el resto de la región las subidas oscilaron entre el 0,48% del Dax y el 1,59% del Footsie. La Bolsa española se convirtió así en una de las mejores de la sesión aunque continúa siendo la peor en lo que va de ejercicio con un retroceso acumulado del 23,7%.

Al menos, el respiro también permitió mejoras en el mercado de deuda. La prima de riesgo se relajó hasta los 477 puntos al quedar la rentabilidad del bono a 10 años en el 6,16%, mientras que el diferencial italiano se redujo hasta los 419 puntos básicos.

Pese al buen tono que se vivió en el mercado, los expertos se muestran muy cautos y temen un mes marcado por la volatilidad hasta que no se resuelva el futuro de Grecia. "Las Bolsas están incorporando una prima de riesgo por si Grecia sale del euro. Nadie sabe lo que puede ocurrir. No creo que el mercado caiga de forma indefinida pero la situación de fondo sigue siendo problemática. Entiendo que se va a mantener la volatilidad", advierte Nicolás López, director de análisis de M&G Valores.

Grecia celebrará elecciones de nuevo el próximo 17 de junio y entonces se verá el respaldo que dan los electores a Syriza, un partido de izquierdas partidario de renegociar las condiciones del rescate de la UE y el FMI. La cumbre formal de finales de junio y la reunión del BCE del próximo mes se perfilan como otras citas clave para Europa en el corto plazo. Encuentros que marcarán el devenir de los mercados si se adoptan medidas de calado.

El euro cae a niveles de julio de 2010

El buen tono que se vivió ayer en los mercados no se reflejó en todos los activos. El euro, presionado en las últimas semanas por las incertidumbres que genera el futuro de Grecia y de la Unión Europea, volvió a retroceder ayer y ya cotiza en niveles de julio de 2010. La moneda única se mueve en el entorno de 1,256 dólares y se acerca al mínimo que alcanzó en verano de 2010 cuando perdió la barrera de 1,20, en un momento en el que se cuestionó por primera vez la supervivencia de la divisa."Ahora más que nunca nos movemos en un terreno en el que nadie sabe lo que puede ocurrir. Se desconoce el impacto que puede tener una salida de Grecia del euro. Puede ser una hecatombe o tener un efecto más leve", resume Javier Barrio, director de ventas institucionales de BPI.El miedo a la supervivencia del euro vuelve a reflejarse en el mercado de divisas. La única lectura positiva que da su retroceso reciente es la mayor ventaja competitiva de la región si el tipo de cambio logra abaratar las exportaciones. Un pequeño consuelo si el mercado empieza a poner en cuestión el futuro de la moneda.

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