Piezas de 'tuning' aptas para figurar en cualquier película
La personalización de los vehículos puede alcanzar cotas dignas de ser exhibidas. El salón recoge una muestra de este nuevo arte
La personalización de los vehículos, popularmente conocida como tuning, se está consagrando como uno más de los modos de arte urbano, al nivel de los grafitis o el street dance. Los artífices de la metamorfosis de los automóviles, normalmente dueños o empleados de talleres de reparación, no se ponen límites en sus creaciones. Desde la colocación de alerones, neumáticos de alta gama o repintados al gusto hasta la inclusión de motores de altísima cilindrada en coches o furgonetas que no los llevaban de serie. Los interiores se cuentan también entre los aspectos más cuidados por los especialistas en el mundo del tuning.
La exposición Dreams by Car, que organiza la revista Car (publicada por el Grupo PRISA, editor también de CincoDías) en el Salón Internacional del Automóvil de Madrid, pretende dar a conocer algunas de las piezas más relevantes customizadas por populares talleres y artistas.
La más llamativa es una de las máquinas del tiempo más conocidas de la historia del cine. Se trata del DeLorean con el que el actor Michael J. Fox atravesó la frontera espacio-tiempo en la trilogía de Regreso al futuro, de los años ochenta, gracias a la inteligencia de su amigo y científico Doc.
Viaje de ida y vuelta al futuro
El DeLorean DMC-12 está equipado con todos los accesorios de las películas, desde un interior de lo más futurista, lleno de cables y botones, hasta los cañones traseros necesarios para alcanzar mayor velocidad. No le falta de nada y su afortunado propietario lo ha mantenido tal cual desde entonces. Se trata de una pieza única y su valor es incalculable.
Y del pasado viajamos al futuro más inmediato. De la mano de los talleres MT-Performance llegan desde un Porsche Cayenne Turbo Magnum con 600 CV hasta espectaculares coches de competición, como un Nissan GT-R o un Porsche Cayman. Incluso se dispondrá de una sección militar, que cuenta con reclutas de la talla de un Chevrolet SSR, que en este caso luce la insignia del Ejército alemán de la Segunda Guerra Mundial, un Hummer H2 o un Audi Q7, estos dos últimos sin filiación ostensible.
Se trata, en definitiva, de una interesante muestra que certifica que la imaginación, como la originalidad, no tiene límites. Los acabados de las piezas exhibidas harán las delicias de los más pequeños, sorprenderán a los no iniciados y brindarán ideas a los profesionales del mundo de la customización de vehículos.
Espacio de boxes y clubes del automóvil
El objetivo del Salón Internacional del Automóvil, como el de todas las ferias de Ifema, es contribuir en la medida de lo posible a que se genere negocio, en este caso en el sector de la automoción. Para ello es necesario atraer al máximo número posible de profesionales y de público, tarea a la que ayuda diversificar la oferta de los estands y de las exposiciones.Esa es la razón por la que el certamen contará con espacios como Dreams by Car o Superdeportivos. Los mejores coches del mundo.Dichas exposiciones se complementan con espacios de boxes, pistas de pruebas para adultos y otras especialmente diseñadas para el disfrute de los más pequeños.Se celebrarán en el salón, además, concentraciones de clubes de automovilistas como, por ejemplo, las de Volvo Car España.