La Justicia europea tumba las tasas de Mastercard al comercio
Mastercard ha perdido el pleito que interpuso para revocar los límites impuestos por la UE a las tasas de intercambio transfronterizas que aplican las entidades en los pagos con tarjeta. El Tribunal de Justicia Europeo ha respaldado la postura de la Comisión Europea, quien considera que la multinacional infló el coste de las transacciones.
Revuelo en el mundo del dinero de plástico. Tras cinco años de pleito, Mastercard sufre un duro revés en Europa. El Tribunal de Justicia Europeo ha confirmado los límites impuestos por la Comisión Europea (CE) a las tasas que se aplican a los pagos con tarjeta.
La CE desaprobaba la existencia de las llamadas tasas de intercambio en las operaciones transfronterizas. Dichas tasas es el dinero que cobra el banco emisor de una tarjeta (es decir, la entidad del cliente) al banco propietario de un datáfono (la entidad del comercio) por procesar la transacción electrónica. Ese gasto era luego repercutido sobre el comercio a través de la llamada tasa de descuento.
Bruselas impuso a los dos grandes esquemas de tarjetas, Visa y Mastercard, una reducción de sus tasas de intercambio. Visa se plegó a la voluntad de la CE y optó por entablar una negociación que continúa hoy. Mastercard, por contra, eligió la vía judicial y hoy ha sufrido un duro varapalo.
La firma de los dos soles iba respaldada por entidades como HSBC y Royal Bank of Scotland (RBS). En su opinión, la existencia de las tasas de intercambio multilaterales son "necesarias para la viabilidad de los programas de tarjetas de débito y crédito". A su juicio, estas tasas representan la forma adecuada de repartir los costes de tramitar las operaciones en un mercado del que se benefician cuatro partes. A saber, el titular de la tarjeta, el comercio y los bancos de cada una de las partes.
Su opinión, en cambio, no ha sido compartida por el tribunal con sede en Luxemburgo. "Los métodos para fijar las tasas multilaterales de intercambio tendían a sobreponderar los costes sostenidos por las instituciones financieras emisoras de las tarjetas", afirma en un comunicado la institución. La nota iba más allá y argumenta que sin estas tasas, "los comerciantes serían capaces de aplicar una competencia creciente en los costes que se les aplica para utilizar tarjetas de pago".
Mastercard ha reaccionado hoy de forma vehemente ante la decisión del Tribunal de Justicia Europeo. La multinacional señala en una nota que, si se mantiene, "el fallo de hoy entorpecerá el intercambio e inclinará claramente la balanza en contra de los consumidores".
La opinión generalizada entre los representantes de la industria financiera es que el comercio nunca trasladará el ahorro de costes que obtenga en los pagos con tarjeta a los consumidores, un colectivo que carece de un lobby equiparable al del comercio en las instituciones comunitarias. Varios banqueros explican que, sin las tasas de intercambio, se disparará el coste de tener una tarjeta de débito o de crédito.
Mastercard apunta en su comunicado que el fallo del tribunal de Luxemburgo "pone en peligro la entrada de tecnologías de pago electrónico más avanzadas, que en definitiva, son esenciales para impulsar el crecimiento del comercio y la economía".
En el lado opuesto, Eurocommerce aplaudió el fallo, que calificó de "excelente". El gremio de la distribución mantiene desde hace largo tiempo que las tasas multilaterales de intercambio son "un gravamen invisible y no negociable para los comerciantes y las cifras de la propia CE muestran que las transacciones con tarjeta cuestan al comercio europeo 25.000 millones de euros al año".
La replica de la banca a este argumento es que el efectivo no está exento de coste. Los bancos sostienen que imprimir billetes y acuñar monedas cuesta dinero, al igual que su traslado, custodia y renovación en caso de pérdida o deterioro. La diferencia es que recae sobre los bancos centrales y los Estados que emiten moneda.
Para reforzar esta postura, Visa preparan el primer estudio económico en profundidad sobre los costes de manejar efectivo. La iniciativa forma parte de sus negociaciones con la CE.