CaixaBank mejora las condiciones de sus bonos convertibles para paliar la caída bursátil
CaixaBank ha decidido dar una alegría a los antiguos dueños de sus participaciones preferentes. La entidad permitirá dilatar hasta 2015 la conversión en acciones de los bonos que recibieron para que puedan esquivar las pérdidas por la caída bursátil. Mientras tanto, mejora la rentabilidad para endulzar la espera.
El 30 de junio estaba marcado en rojo en el calendario de los dueños de las participaciones preferentes de CaixaBank que acudieron a la oferta de canje realizada por la entidad financiera. Ese día se cumplía el plazo para la conversión obligatoria en acciones de una parte de los bonos recibidos y el resultado solo permitía cosechar pérdidas.
Una Bolsa que ha caído a plomo en lo que va de año y un sector financiero incendiado convertían esos bonos en un amasijo de números rojos, entre otras cosas porque CaixaBank se ha dejado casi un 40% de su valor en Bolsa desde que amaneció 2012.
Pero la entidad ha decidido dar un respiro a sus bonistas. CaixaBank ha cambiado las condiciones de conversión de sus bonos y el 30 de junio ya no hay canje obligatorio, siempre que la junta de accionistas del próximo 26 de junio dé el visto bueno. Es más, ahora es posible dilatar esa decisión hasta diciembre 2015, a la espera de una recuperación de las acciones. Mientras tanto, la rentabilidad que reciben los bonistas se eleva desde el 6,5% al 7%.
CaixaBank lanzó a finales del año pasado una oferta de canje a los dueños de tres emisiones distintas de preferentes, por un total de casi 4.900 millones de euros. Cada título sería canjeado por el 100% de su valor nominal, pero con una fórmula algo especial: un 30% en bonos convertibles en acciones y el 70% en deuda subordinada a diez años.
La clave está en ese 30% que se transformó en bonos convertibles, porque la primera ventana de conversión era el 30 de junio de este año. El canje en acciones era obligatorio para el 50% de los bonos recibidos y el precio de conversión está fijado en 3,862 euros por título. ¿Cuál es el problema? Que CaixaBank ha caído un 40% desde entonces y cotiza ahora a 2,31 euros, así que los inversores iban a perder cuatro euros por cada diez que habían invertido.
"Desde que se anunció el canje el mercado ha muerto. La Bolsa se ha desplomado. Y eso no es culpa de los dueños de la deuda", explican fuentes financieras. Para evitar los números rojos a sus inversores, CaixaBank ha decidido cambiar las condiciones, según ha anunciado en un hecho relevante a la CNMV.
La primera modificación es que el 30 de junio ya no es obligatoria la conversión del 50% de los bonos. Si algún inversor necesita el dinero y quiere asumir las pérdidas, puede hacerlo, pero de forma voluntaria. A partir de ahí, también tendrá otras ventanas de canje, todas ellas voluntarias. Así, el 30 de diciembre habrá otra posibilidad y luego el 30 de junio de 2013, cuando se podrá canjear ya el 100% de los bonos, no solo la mitad. Y así semestralmente hasta el 30 de junio de 2015. Eso sí, el 30 de diciembre de 2015, cuando se espera que la acción se haya recuperado de esta crisis interminable y cotice por encima de los 3,862 euros, la conversión en acciones será ya obligatoria.
Se podría decir que lo mismo da esperar a que suba la cotización como dueño de acciones que como titular de bonos obligatoriamente convertibles. Pero estos últimos instrumentos cobran una rentabilidad anual. Hasta ahora era del 6,5% y CaixaBank la ha elevado al 7% para compensar a los inversores por el tiempo extra que se van a pasar como dueños de bonos. El resto de las condiciones para las obligaciones subordinadas a 10 años por las que se cambió el 70% de las preferentes permanece igual.
Banca Cívica
Además de cambiar las condiciones del canje de sus bonos, Caixabank también ha anunciado que, tal y como se esperaba, usará su autocartera para hacer frente a la absorción de Banca Cívica. Los accionistas de esta entidad recibirán cinco acciones del banco de La Caixa por cada ocho de las suyas, como se había acordado, pero no habrá una ampliación de capital. Para no diluir a los socios, se usarán acciones propias.