Bankia desconvoca la reunión del consejo prevista para mañana
El consejo de administración de Bankia tenía previsto reunirse mañana a las seis de la tarde para aprobar el plan de viabilidad de la entidad, que contempla la solicitud de más ayudas públicas. Sin embargo, la reunión ha sido desconvocada este mediodía.
Mañana iba a ser una jornada clave para el futuro de Bankia. Su nuevo presidente ejecutivo, José Ignacio Goirigolzarri, tenía previsto presentar al consejo de administración de la entidad el nuevo plan de viabilidad para hacer frente a las fuertes provisiones impuestas por el Gobierno para todo el sector financiero. Sin embargo, el momento tendrá que esperar y la reunión ha sido desconvocada, sin que haya por el momento fecha para un próximo encuentro del consejo de administración de la filial cotizada de BFA.
El plan de viabilidad que está pendiente de debatirse en el consejo de Bankia incluirá la petición de ayudas públicas por varios miles de millones de euros, según explican fuentes cercanas a la cúpula de la entidad. El ministro de Economía, Luis de Guindos, comparecerá mañana a las seis de la tarde en la comisión de Economía del Congreso para explicar las últimas medidas adoptadas en relación a Bankia y al conjunto del sector, cifró el lunes en el Foro Cinco Días, entre 7.000 y 7.500 millones las necesidades de provisiones a las que debe hacer frente el grupo, tras los dos reales decretos de reforma del sector financiero (de febrero y mayo).
La matriz de Bankia (BFA, Banco Financiero y de Ahorros) solicitó su nacionalización hace 10 días, cuando reclamó la la conversión en capital de 4.465 millones de participaciones preferentes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), lo que convertirá al Estado en el máximo accionista del grupo (en detrimento de las cajas fundadoras: Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caja Segovia, Caja Ávila, Caja Rioja y Caixa Laietana).
Las desavenencias entre Bankia y su auditor, Deloitte, provocaron una fuerte tensión en el seno del grupo, que acabó propiciando la salida del anterior presidente, Rodrigo Rato, y su reemplazo por parte de Goirigolzarri. La firma había detectado fuertes divergencias contables en el grupo BFA en relación a su valoración de la filial bursátil, Bankia, lo que podría llevar al grupo a dar pérdidas.
El equipo de Rato llegó a elaborar un plan para sanear el grupo cumplir con la reforma promovida por De Guindos. El plan, rechazado por Economía, preveía la solicitud de nuevas ayudas por 6.350 millones de euros, tras provisionar este semestre 9.700 millones, correspondientes a cuatro ejercicios, y perder 5.500 millones. A partir de ahí, el grupo podría comenzar a dar beneficios y alcanzar los 2.000 millones de ganancias en 2015.