Argentina busca gas licuado en Angola tras el portazo de Repsol
La petrolera española canceló un contrato de suministro de GNL por barco a Argentina, que necesita del suministro para abastecer entre el 20 y 30% del consumo de hogares. Ahora el Gobierno de Kirchner busca proveedores que reemplacen a Repsol aunque reconoce que los precios le serán más caros.
Repsol no ha esperado demasiado para 'vengarse' por la expropiación de YPF. La petrolera española Repsol ha dado un portazo a la Argentina tras la nacionalización de YPF y ha cancelado el contrato de suministro de gas natural licuado (GNL) por barco. Por ello, el país se ha visto obligado a ir hasta Angola para buscar otros proveedores que garanticen el suministro de gas en los hogares.
Repsol mantenía un acuerdo con la empresa estatal Enarsa a quien este año vendería 10 barcos de GNL. Argentina necesita de unos 80 buques de gas natural licuado anuales para satisfacer entre el 20 y 30% del consumo de la población, que comienza a acrecentarse en esta época ante la llegada de las bajas temperaturas. Sin embargo, la decisión de Repsol de cancelar su contrato (que llegó a los medios la semana pasada) ha provocado que el Gobierno argentino haya tenido que acelerar la búsqueda de nuevos proveedores de GNL que sustituyan a Repsol.
El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de inmediato informó que tenía otros cuatro proveedores a precios similares que podrían sustituir a la petrolera y acusó a Repsol de "incumplir los contratos". Repsol dijo que la petrolera estatal argentina Enarsa, encargada de la importación del combustible, buscó renegociar los precios de 10 barcos con GNL y modificar su calendario de entrega. "Es claro por su conducta a la fecha y el actual contexto (particularmente la ilegal y discriminatoria adquisición de YPF SA por el Gobierno argentino) que no tiene intenciones de cumplir, o estar obligado a cumplir, el acuerdo", dijo Repsol en la carta en la que informa a Enarsa sobre la cancelación del contrato, que difundió Reuters.
Lo cierto es que el anuncio del fin del contrato por parte de Repsol coincidió con un viaje comercial de Kirchner en Angola. Allí, la mandataria habría avanzado en las negociaciones con la empresa mixta Sonangol que vendería GNL al país, según ha señalado el embajador argentino en Luanda, Juan Pablo Caballero. Sin embargo, no ha trascendido el precio diferencial que tendría que pagar Argentina por el gas proveniente de África.
El Gobierno de Kirchner ha considerado como una "decisión unilateral" la medida de Repsol y ha garantizado que no faltará gas en los domicilios por la obtención de mayores volúmenes provenientes de Bolivia (de una planta de gas operada también por Repsol) y una mayor producción que se pretende realizar con la nueva gestión de YPF, controlada por el Gobierno.
Tras la expropiación de YPF y aún antes de que Repsol formalice la cancelación del contrato por GNL, Argentina había reconocido el perjuicio que implicaba la compra de gas licuado por fuera de la petrolera española ya que meses atrás había tenido que pagar un 31% más caro el gas a otras petroleras proveedoras como British Petroleum y Petrobras.