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El Gobierno ultima un paquete de reformas en la distribución

Adiós a las licencias para el pequeño comercio

Establecimiento de Mercadona en Madrid
Establecimiento de Mercadona en Madrid

Menos burocracia para los pequeños comerciantes y menos trabas para las grandes superficies. El Gobierno va a modificar en los próximos meses algunas de las leyes que regulan el comercio minorista. Y el primer cambio no se va a hacer esperar. "En unos días se van a eliminar las licencias para abrir un local de menos de 300 metros cuadrados", confirmaba ayer el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, durante su intervención en la asamblea anual de la Asociación Española de Distribución, Autoservicios y Supermercados (Asedas), que agrupa a compañías como Mercadona, grupo IFA o Covirán, entre otras.

"Vamos a sustituir un régimen de control a priori muy costoso por un régimen de control a posteriori", explicaba García-Legaz. "Para abrir bastará con un informe de un técnico colegiado que acredite que se cumplen los requisitos del ayuntamiento, comunicárselo y liquidar los tributos correspondientes y, a partir de ese momento, se podrá abrir el comercio", matizaba. A su juicio, la medida es necesaria porque "España es el segundo país de la OCDE con más trabas para el comercio".

Esta nueva regulación para los pequeños comerciantes podría ser aprobada la próxima semana, aunque el Ejecutivo aún no habría decidido si tomará cuerpo en forma de decreto-ley para acelerar su puesta en marcha. El secretario de Estado de Comercio sí recalcó que la nueva legislación está siendo negociada con la federación de municipios y con las comunidades autónomas.

Pero matizaba que "España no se puede permitir 47 millones de consumidores con 17 normas distintas según la comunidad autónoma. No se trata de que las autonomías y los ayuntamientos renuncien a sus competencias legislativas y administrativas; es posible conciliar esa capacidad con el principio de unidad de mercado". Sin embargo, el segundo cambio de legislación que prepara el Gobierno sí que va a limitar la independencia de las comunidades autónomas en materia de regulación del comercio. Se trata de una nueva Ley de Unidad de Mercado que podría ser analizada en Consejo de Ministros en, aproximadamente, un mes, y remitirlo entonces a las Cortes.

Si se cumplen estos plazos, esta ley podría estar operativa después del verano y permitiría que un mismo producto no tenga que adaptarse a las diferentes legislaciones autonómicas, reduciendo las limitaciones que los fabricantes tienen a la hora de cambiar, por ejemplo, su etiquetado a cada comunidad autónoma.

La tercera modificación aún se hará esperar algunos meses. Se trata de la Ley de Horarios Comerciales. Una ley polémica que enfrenta a la gran distribución con el pequeño comercio. García-Legaz confirmó a la prensa que se está trabajando con los Gobiernos autonómicos para llegar a un consenso lo más amplio posible.

Un acuerdo difícil, dado que no todas las autonomías son igual de proclives a la libertad de horarios. Aunque el secretario de Estado de Comercio no dio detalles sobre por dónde irá la nueva legislación de horarios, sí dio pistas. "Los turistas no solo buscan turismo cultural o de sol y playa; también ir de tiendas", aseguró. Y, en referencia al avance del comercio electrónico, criticó que "pretender vivir de espaldas a la realidad no es una buena solución".

Ante esta defensa de la libertad de horarios, el presidente de Asedas, José Pedro Pérez Llorca, apuntó que, para la distribución alimentaria, aumentar las aperturas en festivos no conlleva un aumento del consumo, "pero sí de los costes" que en su opinión se traduciría en una reducción de márgenes o un incremento de los precios. "Los principales problemas para la productividad no son hoy los festivos comerciales y su aprovechamiento, sino el calendario irracional de fiestas entre semana", recalcó.

Pero los cambios normativos no vendrán solo de la distribución minorista, también de la relación de esta con el sector primario. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, aseguró durante la asamblea de Asedas que su ministerio está trabajando en una ley de la cadena agroalimentaria y reclamó la colaboración de la distribución con los productores españoles. "Cuando uno está preocupado por la guerra de precios con el rival no ve la película en su conjunto", criticó Arias Cañete.

Las diferencias

No todos los aspectos de la legislación del comercio van a ser modificados. El secretario de Estado de Comercio no nombró entre los futuros cambios la libertad de establecimiento de las grandes superficies. Se trata de una de las tradicionales quejas de las grandes empresas de la distribución, como Carrefour o Ikea, entre otras, que critican cómo determinadas comunidades autónomas impiden nuevas aperturas y lastran su expansión en España. En ese terreno, no habrá cambios. Al menos por el momento.

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