Goirigolzarri ficha a dos exdirectivos de BBVA para empezar a sanear Bankia
El nuevo presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha fichado a dos exdirectivos de BBVA para acometer de forma urgente el saneamiento del grupo. José Sevilla será su mano derecha al aglutinar bajo su mando el área financiera, de riesgo y participadas. Antonio Ortega será el encargado de pilotar el ajuste pendiente de red y oficinas como director general de medios. Francisco Verdú seguirá como consejero delegado, pero con menos competencias.
Una semana después de la salida de Rodrigo Rato como presidente ejecutivo de Bankia y su sustitución por José Ignacio Goirigolzarri, el nuevo máximo directivo de la entidad ha comenzado a tomar las primeras decisiones. La nacionalización de la matriz de Bankia (BFA, que controla un 45% de su filial cotizada) y el rápido deterioro de su cotización bursátil le han llevado a tomar decisiones rápidas.
Para reforzar la gestión del grupo y tomar cuanto antes las riendas del mismo, Goirigolzarri ha rescatado a dos exdirectivos de BBVA con los que colaboró estrechamente cuando era consejero delegado de este banco.
José Sevilla (Madrid, 1964), uno de los nombres que más había sonado para acompañar al nuevo presidente ejecutivo, se hará cargo de la dirección general de presidencia. Será la mano derecha de Goirigolzarri, al asumir el área financiera, de riesgos, participadas y presidencia.
El que fuera director general de riesgos en BBVA y uno de los más estrechos colaboradores de Goirigolzarri, abandonó el banco en 2009, junto con el entonces consejero delegado, y durante estos tres años ha compatibilizado la docencia "con el asesoramiento a diversos grupos financieros internacionales", explica Bankia en un comunicado. De acuerdo con diversas fuentes, durante la semana pasada Sevilla ya había aterrizado en la sede principal de Bankia, en la plaza de Castilla de Madrid.
Sevilla tendrá una de las tareas más delicadas en la cúpula del grupo: elaborar el plan de cumplimiento con los dos decretos de saneamientos crediticios elaborados por el Gobierno (tiene aún pendientes provisiones por 7.000 millones de euros). Estos fuertes requerimientos podrían obligar a Bankia a solicitar la inyección de fondos públicos.
En el mismo nivel del organigrama estará Francisco Verdú, el consejero delegado que Rato fichó justo antes de la salida a Bolsa de Bankia, en julio de 2011. Aunque Goirigolzarri ha optado por mantenerlo en el cargo, ha limitado sus competencias "a las redes comerciales de particulares y de los negocios mayoristas". Fuentes financieras consideran que esta es una solución de compromiso y que Verdú no permanecerá mucho tiempo en el cargo.
El segundo fichaje que ha realizado el nuevo presidente en su antigua casa es el de Antonio Ortega (Cartagena, 1947), que tendrá el mismo nivel en el escalafón que Verdú y Sevilla, haciéndose cargo de la dirección general de personas, medios y tecnología. Ortega ocupó el cargo de director general de recursos humanos de BBVA entre 2001 y 2003. En su nuevo cometido tendrá la responsabilidad de afrontar un nuevo ajuste de personal, en un grupo que ya había reducido su plantilla cerca de un 15% en los últimos dos ejercicios, y también de red de sucursales.
Quejas de los consejeros
Durante la celebración del consejo de administración donde se aprobaron estos cambios en el organigrama, algunos consejeros reclamaron al nuevo presidente del grupo que se aclare el papel que han jugado los anteriores gestores en el proceso que culminó con la nacionalización de la matriz. Los consejeros argumentan que las desavenencias entre el equipo de Rato y la auditora Deloitte, que acabó precipitando la actuación de Economía, fueron ocultadas al máximo órgano de Gobierno de la entidad.
La cifra
11,12% fue el desplome de la acción de Bankia en la sesión de ayer. En los últimos siete días acumula una caída cercana al 50%.