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Mario Alonso. Presidente de Auren

"Hay que rebelarse para que no bajen más los honorarios"

Alonso critica el hecho de que los honorarios en el sector de los servicios profesionales se estén reduciendo. "Están muy por debajo de los países de nuestro entorno. Hay que rebelarse", apunta

"Hay que rebelarse para que no bajen más los honorarios"
"Hay que rebelarse para que no bajen más los honorarios"PABLO MORENO

Auren está en un momento excelente". Así califica Mario Alonso la situación que está viviendo la firma de servicios profesionales avanzados de auditoría, asesoría y consultoría que preside, a pesar de la actual situación económica. La clave de este buen momento de la sociedad se debe, en su opinión, a que "hemos conseguido situarnos como una de las firmas alternativas para los empresarios en servicios multidisciplinares plenos".

Para Alonso, ofrecer determinados servicios anticíclicos como los legales, los concursales o las reestructuraciones de empresas está aportando mucho valor, mientras que "otros más del ciclo, como consultoría, están ahora a la baja. Unos servicios están compensando a otros".

Asimismo, añade que otro de los aciertos ha sido la expansión internacional con 10 oficinas en Alemania, "que están tirando mucho", en Argentina, México, Chile, Uruguay, "y ahora vamos a abrir en Colombia. Tenemos la asignatura pendiente de Brasil, donde no acabamos de encontrar los socios locales que nos merezcan la confianza necesaria, pero lo haremos". En lo que respecta a Europa, señala que han avanzado mucho en Italia y el siguiente objetivo es Francia. Alonso aboga por ganar tamaño. "Es estratégico. Ha pasado el tiempo de los pequeños despachos".

En esta tesitura, Alonso alerta del problema de precios que afecta al sector. "En honorarios estamos muy por debajo de los países de nuestro entorno". Así, indica que en auditoría los honorarios no representan la responsabilidad y la complejidad que tiene un trabajo como este. Por eso señala que, aunque es un momento muy difícil, "lo que tenemos que intentar es que no bajen".

Y recalca que es preciso hacer esfuerzos para que los honorarios sean "simplemente razonables". A su juicio, un auditor tiene mucha responsabilidad. "Su trabajo es cada vez más difícil, puesto que las normas son cada vez más complejas y los honorarios no llegan a 70 euros de media de hora por equipo, según el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC)". Alonso dice que estos honorarios son ridículos y cree que hay que cambiarlos. "Las empresas deben darse cuenta del valor de los auditores. Hay que rebelarse", apunta.

En el caso de Auren, afirma que está apostando por el mantener los honorarios y dar más valor añadido por los servicios a los clientes, mientras que otras sociedades optan por la reducción de honorarios y por productos muy estandarizados. En esta estrategia es importante la cartera de clientes y para Alonso hay que tener un equilibrio en la misma. "Años atrás había firmas que basaban su estrategia en clientes esporádicos, que son más rentables. Pero ahora hay que tener también una clientela fiel que se mantenga, aunque es difícil".

Por lo que respecta a la marcha de las actividades de negocio, Alonso aclara que en los servicios más tradicionales como auditoría o consultoría estandarizada el mercado se está reduciendo, "porque en España están desapareciendo todos los días un número muy importante de empresas y la tarta va a menos". En cambio, en otro tipo de servicios como son las entidades y corporaciones públicas, cree que el mercado tiene posibilidades de crecer. "Estamos convencidos de que las corporaciones públicas tienen que profesionalizarse". A tal fin, adelanta que Auren está a punto de lanzar una división al respecto sobre este área "con unos socios muy expertos en la materia" y con unas 100 personas.

Esta división abarcará asuntos como ayuda a los ayuntamientos, a las comunidades autónomas, temas de estrategia, reestructuración de recursos humanos o sectores concretos como el impulso del turismo en ciudades o en zonas rurales. "Hay organismos públicos que se dedican a ello como el Tribunal de Cuentas o la Intervención General del Estado, pero también se sabe que no hay medios suficientes".

En este contexto, Alonso aboga por que se racionalice el sector público, "pero no lo podemos reducir hasta tal punto que tengamos carencias en los servicios". En su opinión, los servicios deben seguir suministrándose, pero de una forma eficaz, racional y sin despilfarrar. "Por eso esto requiere de consultoría y expertos que de fuera puedan aportar medidas imaginativas", indica.

Situación financiera dramática de las empresas

Conocedor de los entresijos de las empresas, fundamentalmente de las pymes con las que trabaja Auren, Alonso declara que desde el punto de vista financiero la situación de las compañías es dramática. "El crédito no ha fluido y las empresas con pólizas tienen dificultades para renovarlas. Algunas se ven abocadas a cerrar, incluso con cuenta de resultados positivas". En cuanto a la vertiente económica, afirma que la caída del consumo y la reducción del sector público ha hecho que se reduzca extraordinariamente la capacidad de compra. "Y esto es una cadena que hace que las compañías tengan dificultades para pagar sus nóminas, por lo que reducen sus plantillas".Ante esta situación, Alonso cree que es fundamental que haya políticas de crecimiento. "Es lamentable que no se haya hecho antes. Si solo se articula una política de restricción, vamos abocados al fracaso".Por otro lado, detecta que en los servicios profesionales en España existe una gran carencia de visión empresarial. "Hay que ser capaces de gestionar personas, recursos financieros, marketing o comunicación". Por último, señala que la auditoría está ayudando a que la crisis tenga unos efectos menos duros. "El auditor es más importante que nunca para dar credibilidad a las operaciones, y para que las compañías y los ciudadanos confíen unos en otros".

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