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La historia de Bankia

Siete días de infarto para un banco con 300 años de historia

Ha sido una semana de locos para el sector financiero. El miércoles fue nacionalizada Bankia, una de las entidades más importantes del sistema financiero español y cuyos orígenes se remontan a hace más de 300 años.

Siete días de infarto para un banco con 300 años de historia
Siete días de infarto para un banco con 300 años de historia

Es posible que el ya expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, crea aún que todo lo que ha pasado esta semana ha sido un mal sueño. Si fuera así sería lógico. Y es que tras varios meses especulándose sobre la necesidad de conceder más ayudas a Bankia, en un fin de semana, el pasado, todo se precipitó. Eran necesarias más ayudas del FROB para Bankia, incluso nacionalizarla, cambiar a prácticamente todos sus gestores y consejo y dar una nueva vuelta de tuerca a las provisiones de la banca vinculadas al crédito inmobiliario. Incluso el Gobierno anunció a la gran banca la creación de los denominados bancos malos para segregar en ellos los activos inmobiliarios tóxicos del sistema. Todo un reto, una película de "terror" para el sector, como lo definió el viernes un alto ejecutivo de un importante banco.

16 de abril. Rato y Guindos debaten el plan para sanear Bankia

El entonces presidente de Bankia, Rodrigo Rato, negociaba con el Banco de España y Economía un plan de saneamiento para el cuarto grupo financiero español para cumplir con las nuevas exigencias de provisiones de la reforma financiera. Bankia debía sanear 5.070 millones de euros en un año. Nada hacía presagiar la salida de Rato. Este pedía 6.350 millones más de ayudas del FROB, pero devolvería este año los 4.465 millones que ahora tiene a través de participaciones preferentes antes de diciembre, y provisionaría de un golpe 9.700 millones, correspondientes, según sus cálculos, a cuatro años -de 2012 a 2015-. El Banco de España emitió un día después el informe sobre los planes de la banca para realizar su saneamiento. Todas habían aprobado, pero ponía salvedades a algunas sin mencionarlas. Estas, entre las que se encontraba Bankia aunque inicialmente lo negara al no haber recibido la decisión del supervisor, debían realizar medidas adicionales. El plan de saneamiento realizado y presentado por Rato tenía que modificarse. Comienza una ronda de reuniones para ajustar el plan de saneamiento a las nuevas exigencias que les pedía el Banco de España. Bankia confía en que con el banco malo y un fuerte plan de provisiones podría salir adelante en solitario. En el cajón tiene también una posible fusión con una entidad más pequeña, pero sabía que nunca iba a autorizarla Economía, que solo quiere fusiones "viables".

En enero, Rato había rechazado una operación corporativa con La Caixa, impulsada por el Gobierno. Rato intenta modificar el plan de saneamiento de Bankia nuevamente. Entre medias se cruza el informe del FMI, adelantándose a la fecha inicialmente prevista, tras la petición del ministro de Economía, Luis de Guindos. Así, el 26 de abril el FMI publica su informe sobre el sector financiero. Aunque no se la menciona expresamente, su descripción es clara, sin margen de dudas, el FMI señala directamente a Bankia como la peor parada de la foto. Le pide más saneamientos y cambios en la gestión. Las negociaciones con el Ministerio de Economía se endurecen mientras aumenta notablemente la presión del sector financiero.

3 y 4 de mayo. Aviso del BCE y del auditor

Dos días claves para el sector financiero español en general y para Bankia en particular. La reunión que mantuvo en Barcelona el Banco Central Europeo (BCE) el día 3 de mayo fue aprovechada por su presidente, Mario Draghi, y por el vicepresidente de la Comisión Europea, Olli Rehn, para hacer una serie de recomendaciones a Guindos sobre las dudas que generaba en el mercado el sistema financiero y, sobre todo, las valoraciones de su elevado riesgo inmobiliario. Se habló del banco malo. Para Bankia, el día negro, sin embargo, fue el 4 de mayo. Por la mañana, la CNMV publicaba las cuentas del grupo sin auditar porque Deloitte exigía rebajar a cero el patrimonio de BFA-Bankia. En caso contrario, no firmaba las cuentas. Bankia ya llevaba cuatro días de retraso sobre el plazo legal para publicar las cuentas auditadas. De Guindos, muy molesto con Rato, le cita a él y al Banco de España. Las salvedades que el auditor expone para no plasmar su firma en la auditoría de Bankia es el detonante en la dimisión de Rato. a A las 20.00 horas Guindos se reúne con Rato, Emilio Botín, presidente de Santander, Francisco González, de BBVA, e Isidro Fainé, de La Caixa. En esta reunión se habla de varias cosas, además de Bankia. La necesidad de cerrar ya la reforma financiera, de crear bancos malos, de impulsar las fusiones, acelerar las subastas, y sobre todo de Bankia, el principal objeto del acto. Es en esta reunión donde sale a relucir el nombre de José Ignacio Goirigolzarri como posible consejero delegado de Bankia para sustituir a Francisco Verdú. Hacía unos 15 días que se había hablado con él. Antes, Guindos había contactado con Ángel Corcóstegui, pero el ex consejero delegado del grupo Santander, rechazó la propuesta, aunque no se descarta que sea en un futuro consejero de Bankia, ya que mantiene una muy buena relación con Goirigolzarri, con quien trabajó en BBV. Rato acepta. El presidente de Bankia, de hecho, ya había pensado en él para dicho cargo. En la reunión también se le recomienda a Rato que realice un fuerte saneamiento del grupo, cambie a los gestores y acepte la nacionalización de Bankia. Rato, sin embargo, cree que puede evitar aún esta última medida. Y se va. Botín, González y Fainé cenan juntos.

5, 6 y 7 de mayo. El final de Rato

El sábado, 5 de mayo, Goirigolzarri dice a Guindos que solo irá a Bankia como presidente para poner sus planes en marcha. Los banqueros lo encuentran perfecto. Rajoy se lo comunica el domingo por teléfono a Rato y le pide que dimita por el bien de la entidad. Rato, que se había reunido con Rajoy dos días antes, acepta. Y el lunes, el ex director gerente del FMI presenta su dimisión y se comunica la intención de nombrar a Goirigolzarri presidente ejecutivo de BFA-Bankia. Además, se reconoce que Bankia necesita nuevas ayudas públicas, más de 7.000 millones. El grupo convoca consejo para el viernes y nombrar así oficialmente a Goirigolzarri presidente, pero la caída en picado del valor de Bankia en Bolsa precipitan los acontecimientos. El martes se convoca con urgencia al consejo para el día siguiente. El miércoles, el consejo aprueba el nombramiento de Goirigolzarri como presidente, y se anuncia la nacionalización de BFA, la matriz de Bankia, con la transformación de los 4.465 millones de euros de participaciones preferentes en capital. Rato deja oficialmente Bankia.

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