Marcas y concesionarios piden al Gobierno que los talleres hagan la ITV
Fabricantes de automóviles y responsables de concesionarios han solicitado al Gobierno que permita a los talleres la autorización para entrar en las inspecciones técnicas de vehículos. Desde AECA, la patronal de ITV, resaltan que el modelo está transferido a las comunidades autónomas.
Las asociaciones que representan en España a las marcas de automóviles y las que defienden los intereses de concesionarios y talleres se han puesto de acuerdo para solicitar conjuntamente al Gobierno que permita a los talleres entrar en el negocio de las inspecciones técnicas de vehículos.
La petición, canalizada a través de los Ministerios de Economía e Industria, según fuentes conocedoras de la negociación, plantea un modelo similar al instaurado en Alemania y otros países europeos. Allí, los talleres pueden inspeccionar los vehículos, pero son a su vez controlados por una entidad supervisora y una reguladora que certifica que cumplen con las características técnicas y económicas requeridas por la Administración. Los agentes de estas entidades deben verificar que las inspecciones realizadas por los talleres son rigurosos y no interfieren con intereses comerciales a la hora de reparar los vehículos que pasan por las cadenas de inspección.
Luis Rivas, presidente de AECA, la asociación que agrupa a las ITV españolas, resalta a este periódico que la petición de fabricantes y concesionarias viene de antiguo, al menos de 2000 y critica que se resucite por intereses partidistas en estos momentos en que los talleres y concesionarios están pasando por momentos económicos delicados.
Rivas, además, resalta que el modelo español es mucho más eficiente que el de esos países que fabricantes y concesionarios ponen de modelo, pues garantiza la independencia de las inspecciones, algo dudoso en caso de que los talleres fuesen autorizados a realizar este control.
El intento viene ciertamente de lejos. La legislación española ha establecido la incompatibilidad de talleres, concesionarios y aseguradoras para entrar en el negocio de las ITV. El Gobierno de Aznar ya liberalizó la posibilidad de que talleres entrasen en el pastel, pero al ser una competencia transferida, las comunidades autónomas no lo han aplicado. De hecho, las dos únicas comunidades que han liberalizado, Madrid hace un año y Castilla La Mancha hace tres, han reestablecido la incompatibilidad entre el negocio de los talleres y el de ITV. Rivas resalta que una sentencia del Tribunal Constitucional confirmó que la competencia correspondía a las Comunidades Autónomas y no al Gobierno central.
Jesús Diez, director de expansión de Pluralsys, empresa cuyas concesiones de ITV fueron expropiadas por la Junta de Andalucía que las gestiona mediante empresas públicas, confirma que van a implantar dos en Madrid tras la liberalización, y considera imprescindible que esta medida se extienda a otras comunidades. Diez censura que en España haya 250 ITV, cuando en Francia hay 15.000 puntos para pasar la inspección y en Italia 30.000. "Hasta en Portugal hay más centros que en España", dice.
Rentabilidad negativa de tres décimas
La entrada de los concesionarios y los talleres en el negocio de las inspecciones técnicas de vehículos supondría una inyección de recursos en un momento en que una buena parte están en números rojos.El resultado acumulado del concesionario medio en España en el cuarto trimestre de 2011 (último dato disponible) se situó en un 0,3% negativo sobre la cifra de negocio, según datos de la consultora Snapon para la asociación de talleres y concesionarios, Ganvam. A finales del pasado año el 63% de los concesionarios españoles terminaron con resultados negativos, más del doble del 32% de media de los centros europeos.Según este informe, aunque el 8% de la facturación media de los concesionarios procede de la actividad de los talleres, aporta el 20% del resultado. Por contra, la venta de vehículos genera el 74% de los ingresos aunque tan solo el 40% de los resultados. El resto procede de la venta de recambios que nutren el 18% de los ingresos de un concesionario medio, pero el 40% de los resultados económicos.