El Gobierno cierra la última puerta a la modificación de los Presupuestos
El Gobierno ha cerrado la última puerta a las peticiones de la oposición de modificar los Presupuestos Generales del Estado de 2012 después de rechazar la práctica totalidad de las 3.100 debatidas entre el martes y el miércoles. Las cuentas se aprobarán en el Congreso la semana próxima antes de enviarse al Senado.
El trámite del debate y votación de las enmiendas parciales de la oposición en el Congreso ha resultado prácticamente inocuo a efectos de modificación de los Presupuestos Generales del Estado para 2012. Las cuentas solo han incorporado las 130 propuestas del grupo mayoritario, el PP, y tres de las 3.100 que habían planteado el resto de formaciones.
El PP alega que se trata de un Presupuesto de urgencia para cumplir con el objetivo de déficit del 5,3% a finales de este año. Se trata de una cuentas muy restrictivas que imponen una disminución del gasto en los ministerios en una media del 16,9%, hasta un total de 65.803 millones de euros. En sus 700 enmiendas, el PSOE había planteado un incremento de las partidas de gasto en unos 5.900 millones para educación, I+D, estímulos al empleo e inversiones territoriales comprometidas en los Estatutos de autonomía.
Incremento de ingresos
No han prosperado ni siquiera las enmiendas de varios grupos que suponían un incremento de la recaudación. El PP veía como un "brindis al sol" y "propuesta demagógica" la enmienda del PSOE para crear un impuesto a las grandes fortunas, sucesor del actual de patrimonio, con el que los socialistas calculan que se podrían ingresar 3.500 millones anuales. Con esta nueva figura, las limitaciones a las deducciones por gastos financieros en Sociedades, un tipo mínimo en este impuesto y el incremento de medios en la lucha contra el fraude, los socialistas pretendían compensar la reducción de la recaudación que producirían la supresión de la amnistía fiscal, del recargo en el IRPF y la supresión de las desgravaciones por vivienda para rentas superiores a 24.000 euros que proponían. En el trámite de enmiendas en el Congreso el Gobierno ha esgrimido su mayoría parlamentaria y la situación de excepcionalidad de la economía para no modificar los Presupuestos. Se rompe así la dinámica de las dos últimas legislaturas en las que el PSOE necesitó pactar las cuentas de todos los años (excepto las de 2012) por su minoría parlamentaria.
El portavoz de CiU, Josep Sánchez Llibre, reprochó al Gobierno que "no se le haya ocurrido otra idea feliz" que reducir el dinero destinado a políticas activas de empleo. Pedro Azpiazu, del PNV, defendió que solo la reducción de dichas políticas en 1.550 millones es "motivo suficiente para rechazar las cuentas". No solo habría que recuperar esta partida, sino incrementarla, según el PNV.
18 horas de debate en dos jornadas maratonianas
Los diputados han debatido y votado 3.100 enmiendas en dos sesiones maratonianas de once y siete horas el martes y el miércoles, respectivamente. Las tres propuestas que ha aceptado el PP son de nula transcendencia, lo que llevó a algunos diputados a quejarse por la actitud del grupo mayoritario. El diputado de IU Alberto Garzón expuso con resignación sus planteamientos a sabiendas de que no iban a ser aceptados, mientras que el parlamentario de CC Pedro Quevedo aseguró que existe un "bloqueo democrático" en el Congreso. El portavoz popular de Economía, Vicente Martínez-Pujalte, dijo que el trabajo de la oposición no es "inútil" y que el PP tratará de pactar transaccionales con PSOE, CiU y UPyD en I+D. UPyD cree que el recorte en esta partida es "uno de los grandes errores" de las cuentas.