¿Cómo se comportará la compañía en Bolsa?
Desde que la compañía salió a Bolsa el pasado 20 julio sus títulos han caído alrededor de un 40%. La noticia de la intervención de Bankia no ha cogido por sorpresa ya que desde hacía tiempo existían rumores en el mercado que advertían de la delicada situación que atravesaba la compañía. Prueba de ello es que desde el momento en que saltó la noticia las acciones han cedido alrededor de un 7%, una caída importante pero comedida en comparación a la relevancia del hecho.
Sus primeros pasos en el parqué estuvieron rodeados de las malas noticias. La primera de ellas fue el valor de la compañía que, de acuerdo al precio fijado por la acción en su momento de salida a Bolsa (3,75 euros), suponía un descuento del 59% sobre su valor en libros. En aquel momento la empresa contaba con capitalización de 6.500 millones y ayer al cierre esta se encontraba en los 4.736 millones.
Ante la duda que le surgen a muchos pequeños accionistas sobre qué hacer con sus acciones, Nuria Álvarez de Renta 4 cree que después de haber asistido al descalabro de la compañía y haber aguantado hasta el momento, lo más lógico sería seguir conservando las acciones ya que aunque no se conoce el modo en qué se producirá la intervención, esta noticia reduce la incertidumbre en el corto plazo. En el largo hay que esperar a saber si el cambio en la cúpula directiva el saneamiento del balance consiguen los efectos deseados en términos de resultados y credibilidad.
La dilución del capital es otro de los miedos del minorista. Victoria Torre, directora de análisis de Self Bank, también recomienda esperar. "Aun no se conocen los detalles de la operación. Se habla de una entrada del Estado en el capital, lo que sí produciría una dilución. La otra opción sería una emisión de deuda convertible bajo determinada condiciones, los conocidos como bonos 'cocos', apunta.