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'Héroes sociales 2.0' demuestra que la red puede ser solidaria

Historias pequeñas que cambian el mundo

Historias pequeñas que cambian el mundo
Historias pequeñas que cambian el mundo

Gente con vocación solidaria que decide poner en práctica una iniciativa para ayudar a los demás fuera del amparo de grandes y establecidas organizaciones. Y para activar estas acciones modestas utilizan las redes sociales que, por principio, llegan a todo el mundo. En suma, personas que aprovechan el poder de internet para liderar causas y crear comunidades comprometidas para ayudar a los demás.

Obra Social Caja Madrid abrió una ventana en la red hace cuatro años para que las personas anónimas tuvieran la oportunidad de contar historias de superación y de altruismo. En este tiempo, la red de blogs ya ha superado los 7.000 contenidos publicados y ahora la entidad ha recogido en el libro Héroes sociales 2.0, escrito por Pilar Portero y con fotografías de Victoriano Izquierdo, 16 historias de personas que trabajan para hacer más social la web.

Y entre estas se encuentra, por ejemplo, la historia de Paula y Manuel, que comparten macarrones los domingos con quienes deambulan por las calles; la de Mikel, que cuenta en un blog su lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA); la de Mónica, que reúne consolas de videojuegos arrinconadas para aliviar a pequeños que están enfermos; la de Pepo, que ha conseguido que niños muy enfermos vengan a España a operarse, o la de Pilar, que lucha para que las presas cambien las rejas de la cárcel por un ordenador para contar, precisamente, sus historias.

José Antonio Ritoré, responsable de internet y medios sociales de Obra Social Caja Madrid, expone que esta iniciativa surgió del trabajo de la entidad en redes sociales. "Empezamos en 2008 con una idea muy clara: hay grandes historias y personas defendiendo causas solidarias en la red, ¿por qué no les apoyamos y les ayudamos a difundir su mensaje? El libro y el proyecto Héroes sociales 2.0 son el homenaje a todas esas personas que, cada día, hacen más social la web", aclara.

Por su parte, Pilar Portero, autora del libro, subraya la importancia de internet en estas iniciativas. "Sin la web ninguna de estas historias podría haber extendido sus mensajes. Y, así, mientras los demás nos justificamos para no hacer nada porque estamos solos, ellos lo están haciendo ya".

Portero señala que todas las historias tienen un denominador común: son muy cercanas y modestas; ninguno de los protagonistas se desespera por no llegar más allá y son iniciativas muy pegadas a la realidad. "Han creado su propio proyecto, demostrando que estas iniciativas son exitosas". En su opinión, han demostrado, igualmente, que la red no es fría e insolidaria, "ya que sin la ayuda de internet no se podrían haber realizado estas acciones".

Portero matiza que los blogs elegidos en el libro comparten un espíritu terapéutico. "Ya sea sobre el cáncer o el ELA, todos tratan de dar información adicional, donde se cuenta en primera persona el desarrollo cotidiano de la enfermedad. Esto hace que tengan muchos seguidores". A su juicio, esta característica choca con la información habitual que hay en internet, donde priman los datos médicos y falta la experiencia personal.

Balance positivo

Ritoré hace un balance positivo de la iniciativa. "Los datos son buenos. Entre portales, blogs y redes sociales reunimos cada año a más de dos millones de usuarios. Pero lo más importante es conseguir ser útiles a esos usuarios". Así, indica que "el resultado más emocionante" es, por ejemplo, publicar un artículo con 10 consejos prácticos para cuidadores de enfermos de alzhéimer y "descubrir en los comentarios que tu trabajo está ayudando a personas con nombres y apellidos".

Para Ritoré, las redes sociales funcionan muy bien, "como una auténtica cadena de favores".

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