Los bancos aparcan en el BCE la mitad de la liquidez que pidieron
Siete grandes bancos españoles acapararon 107.480 millones de euros de la liquidez a tres años ofrecida por el Banco Central Europeo (BCE). El dinero ha sido aprovechado para alargar la madurez de su deuda mayorista y cubrirse ante futuros bloqueos del interbancario. Hasta 51.120 millones han sido depositados en el organismo de Fráncfort.
La banca española no se refrena y ha optado por atiborrarse de la liquidez que le ha ofrecido el Banco Central Europeo (BCE). El miedo a que los vaivenes del mercado interbancario corten su acceso al dinero mayorista impulsó a las principales entidades del país a recurrir de forma masiva a las operaciones de refinanciación a largo plazo (LTRO, en sus siglas en inglés).
La institución que preside Mario Draghi regó los bancos de la eurozona con un billón de euros a devolver en tres años en dos subastas celebradas los pasados diciembre y febrero.
Los ejecutivos de siete bancos españoles dieron cuenta del grado en que han recurrido al BCE en sus presentaciones de resultados. Santander ha solicitado 35.000 millones de euros, BBVA otros 22.000, CaixaBank ha requerido 18.480, mientras Popular demandó 14.500. Sabadell ha pedido al organismo de Fráncfort 8.000 millones y Bankinter requirió 7.500 en las subastas a tres años, a los que suma otros 2.000 millones solicitados a plazos más cortos. Bankia aún no ha divulgado sus resultados del primer trimestre del ejercicio ni hecho público en qué medida ha recurrido al BCE.
Santander cree que Fráncfort debe seguir abierto a realizar más subastas a tres años
¿Pero dónde ha ido a parar esa liquidez? No a la concesión de crédito. Las entidades han querido curarse en salud y despejar su horizonte de liquidez a medio plazo. Casi todas han aprovechado para cubrir sus vencimientos de deuda de los próximos dos o tres ejercicios.
Parte del dinero ha ido también a deshacer posiciones en las cámaras de contrapartida de París, Fráncfort y Londres, donde se logra financiación a muy corto plazo. Sabadell ha cancelado repos por 3.000 millones. En Popular el proceso ha sido más marcado. En seis meses ha pasado de obtener 12.028 millones de euros ahí a 3.357 millones, un 72% menos.
La liquidez también ha sido aprovechada para ganar dinero a través de la intermediación. Los bancos han sacado partido de que el BCE cobra un interés del 1% para adquirir títulos de renta fija, con rentabilidad más elevada por las dudas sobre la deuda soberana. Sabadell, por ejemplo, ha utilizado 3.000 millones a este fin y CaixaBank admitió que un 2,5% de su margen de intereses ha sido generado por esta vía. Por contra, Popular no ha recurrido a esta operativa, que se conoce en el sector como carry trade.
Sin embargo, a los bancos tampoco les produce rechazo dejar el dinero parado bajo el colchón de Fráncfort. Alfredo Sáenz, consejero delegado de Santander, expresó con elocuencia el sentir del gremio. "Las subastas del BCE son un seguro contra incendios. Hemos solicitado esos fondos por la incertidumbre de los mercados de funding. Nos dan esa posibilidad y nos hemos acogido a ella por prudencia", dijo el banquero. Su grupo ha confiado al BCE 37.000 millones de euros a pesar de que a cambio solo recibe una rentabilidad del 0,25% y la institución se lo presta al 1%. La cantidad es mayor de lo que pidió prestado. CaixaBank ha depositado por su parte 6.080 millones, un 32,90% de la liquidez solicitada.
Las cartas del banco central
Manuel González Cid, director financiero de BBVA, elogió la inyección del BCE porque ayuda a despejar las dudas sobre la liquidez de la banca de la eurozona a medio plazo y estimó que ahora Fráncfort "espera a que el sistema financiero y la economía real absorban esa liquidez antes de tomar medidas adicionales". Alfredo Sáenz fue más crítico. Considera que el BCE "no debería ser tan tajante al afirmar que la operación de refinanciación a largo plazo de febrero será la última de todas porque eso traslada al mercado una postura demasiado rotunda". A su juicio, el BCE debe guardar sus cartas y "considerar la posibilidad de abrir nuevas ventanas de liquidez si los mercados de financiación interbancario continúan cerrados".
Menos crédito y más depósitos minoristas
El grifo de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) permite a las entidades ganar tiempo para redefinir sus estructuras de financiación, de tal forma que los recursos de clientes minoristas cobren una mayor relevancia en detrimento de la financiación mayorista.Los responsables de las principales entidades bancarias nacionales destacaron en las presentaciones de resultados cómo se ha reducido el desajuste entre los créditos otorgados y la captación de depósitos.En buena medida, esto se ha logrado reduciendo el crédito vivo de un año para otro. En algunas entidades este proceso ha sido particularmente marcado. Es el caso de Santander (-8,7%) y Banesto (-8,4%). CaixaBank, BBVA y Popular (si se descuenta la absorción de Pastor) han reducido el crédito entre un 1% y un 2%.Otra vía para mejorar la ratio ha sido reforzar la base de depósitos en el balance. Jacobo González-Robatto, director general corporativo de Popular, destacó que su grupo ha puesto especial énfasis en esta táctica y que su intención es mantenerla. "Reduciremos más el gap comercial para conceder préstamos sin cortapisas", afirmó.En el grupo Santander los créditos representan el 115% de los depósitos, en Popular el 125% (incluyendo a Pastor), en CaixaBank del 129% y en Bankinter el 160,5%.
Las cifras
51.120 millones han depositado en el BCE los bancos de los 107.480 recibidos.0,25% renta confiar el dinero al BCE, organismo que cobra un 1% por prestarlo.
Guerra del pasivo
Los banqueros creen que la guerra del pasivo se prolongará cierto tiempo y que las entidades seguirán ofertando depósitos de alta remuneración para atraer los ahorros de particulares. Aun así, la liquidez del BCE y la concentración del sector moderarán su virulencia.