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Andrés Ardid. Director general de Lavinia

" La inversión de internet de 2001 está sin recuperar"

Dirige este grupo de distribución vinícola español, inmerso en un ambicioso plan de expansión. La última tienda: en el Plaza Norte 2 de Majadahonda (Madrid)

Thierry Servant, fundador de Lavinia, y Andrés Ardid, director general
Thierry Servant, fundador de Lavinia, y Andrés Ardid, director general

Su trayectoria profesional no se entiende sin Thierry Servant, expresidente de L'Oréal en España y empresario francés que en 1999 fundó Lavinia, considerado el mayor templo del vino en España. Andrés Ardid (Madrid, 45 años, licenciado en Económicas) trabajó en L'Oréal hasta que Servant le invitó a acompañarle en esta aventura empresarial. Dirige desde 2007 este grupo, que acaba de abrir un nuevo espacio en el centro comercial Plaza Norte 2 en Majadahonda (Madrid).

Lavinia nace por la iniciativa privada de un empresario extranjero en España...

Se trata de una generosidad empresarial como hay pocas. Porque Thierry Servant también montó una empresa de helicópteros especializada, Coyotair, y decidió invertir en España. Lavinia nace como un proyecto internacional y lo podía haber montado en su país, que es el del vino, y decidió crear la empresa aquí como una idea intuitiva, buscando un nicho dentro del retail especializado en el sector del vino.

"Vamos a un modelo de tienda más manejable en centros comerciales"

¿Han puesto en valor el vino?

Lo hemos hecho con profesionalidad, incorporando a personas con conocimientos del sector, de manera que sean los mejores embajadores de este producto. Cuando abrimos la primera tienda se refiere a la de Ortega y Gasset de Madrid, Vega Sicilia no nos vendía vino, tampoco Romanée-Conti. No nos consideraban. El mundo del vino es así, te tienes que ganar la credibilidad.

Tienen en marcha un plan de expansión con apertura de tiendas en España y en Europa. ¿La crisis no les frena?

Hay que aprovechar todos los momentos. La crisis afecta sobre todo a España, donde el consumo de vino todavía no está muy extendido si lo comparas con los datos de otros países. Somos el segundo país con menor consumo por habitante, siendo de los países con más viñedos. Somos muy marquistas y de poco arriesgar. El consumo de vino no ha ido en sintonía con la evolución de la gastronomía. Nuestra prioridad a la hora de expandirnos es hacerlo en países ya con desarrollo de mercado, porque en cada nación hay una manera diferente de entender el vino; siempre buscamos un socio local.

Lavinia comienza también a estar presente en los aeropuertos...

Ahí vamos de la mano de un operador de aeropuertos, Sibarium, con el que tenemos espacios en aeropuertos como el de El Prat (Barcelona), Alicante, Málaga, Bilbao o Santiago de Compostela. Estamos trabajando en un proyecto para crear un espacio en los aeropuertos para que se pueda comprar a la ida y se pueda recoger el producto a la vuelta. Hemos diseñado para hacer más cómodo el transporte del vino: una trolley de cartón con ruedas.

¿Pretenden ser la atracción de los centros comerciales?

Teníamos la experiencia de la tienda de Moraleja Green de Madrid, que abrimos en 2008, y ahora nos atrevemos a dar un paso más, en el centro comercial Plaza Norte 2, donde contamos con una selección de 950 referencias, un restaurante y una zona de champán.

¿Es rentable Lavinia?

Las tiendas son rentables. Thierry Servant ha recuperado la inversión. Ahora vamos a un modelo de tienda en centros comerciales, más manejable que las otras. Necesitamos tener una estructura saneada.

¿Está consolidada la venta online?

Empezamos en 2001, con la efervescencia de internet, con una inversión monstruosa y no se ha recuperado lo invertido. Ahora tendremos nuestra tercera página web que cuesta 10 veces menos.

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