Guindos se compromete ante Alemania a acelerar la limpieza bancaria
El ministro de Economía, Luis de Guindos, rechazó ayer tajante que España vaya a pedir ayuda europea para sus bancos y avanzó más fusiones en los próximos días y saneamientos adicionales con los que calmar la presión internacional. Lo hizo ante su homólogo alemán, que no quiso pronunciarse sobre la salud de la banca española.
España, y en concreto su sistema financiero, centra estos días la inquietud de los inversores y de las instituciones internacionales, desde el FMI a la Comisión Europea, como ya quedó de manifiesto la pasada semana en el informe de la institución que preside Christine Lagarde. La posibilidad de que España solicite recursos del fondo de rescate europeo para abordar el saneamiento bancario que le reclaman sus vecinos europeos toma fuerza, a la vista de la dificultad para que el Estado inyecte nuevas ayudas públicas al sector sin alejarse del objetivo de déficit comprometido con Bruselas. Pero Guindos insistió ayer una vez más en la tesis que mantiene el Gobierno a propósito de la banca y lo hizo ante su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble. El ministro español afirmó de nuevo que "España no acudirá al EFSF ni a otro instrumento europeo para recapitalizar a los bancos". Y como alternativa, apuntó a profundizar en el camino ya marcado por la reforma financiera anunciada en febrero, que no ha logrado todavía su objetivo de restaurar la confianza en el conjunto del sistema financiero español.
En la rueda de prensa conjunta que ofreció ayer en Santiago de Compostela junto a su homólogo alemán, Guindos insistió en que el saneamiento del sector seguirá el guion previsto en la reforma financiera y avanzó que "veremos en los próximos días operaciones adicionales en fusiones y esfuerzos adicionales en entidades para su saneamiento y reestructuración". Ante la presión del mercado y de organismos como el FMI, el Gobierno ya está apremiando al sector a abordar nuevas operaciones de concentración y a acelerar su saneamiento.
La premura para que la banca dé al mercado señales de confianza ha llevado a promover a Economía un proyecto de fusión entre las cajas medianas que aún no han alcanzado el tamaño suficiente (los 100.000 millones de euros de activos) para competir en solitario y asegurarse la financiación en el mercado. Así, ha animado recientemente a Unicaja, BMN, Ibercaja y Liberbank a que establezcan conversaciones para una fusión, bien sea a dos o a cuatro bandas. Y en cuanto a los saneamientos pendientes, todas las miradas apuntan a Bankia, a la que el Gobierno también apremia para abordar la limpieza de su balance. Economía ha puesto además en marcha un proyecto para que la banca agrupe en una suerte de banco malo, o en una denominada sociedad de liquidación, los activos inmobiliarios. Guindos añadió ayer que esta fórmula es "positiva para las entidades, puesto que permite liberar capital y que los bancos se dediquen al negocio bancario". Si bien puntualizó que las valoraciones de esos activos deben ser las adecuadas, en línea con las reclamaciones de los inversores, que piden más transparencia en los activos inmobiliarios de las entidades financieras españolas y un nuevo esfuerzo en su valoración. No en vano, la exigencia de nuevas valoraciones en los activos inmobiliarios daría lugar a nuevas pérdidas para los bancos y la necesidad de recursos adicionales, que ni Gobierno ni entidades están dispuestos a sufragar.
El ministro defiende el aislamiento de los activos tóxicos
"Problema notable y diferencial"
Guindos reconoció que la banca española tiene un problema "notable y diferencial" a causa de sus riesgos inmobiliarios y ha mostrado su confianza en que las subastas de Banco de Valencia y Catalunya Caixa estén completadas como muy tarde a mediados de julio. La subasta de Banco de Valencia ha entrado en su segunda fase, después de que finalizara el pasado viernes el plazo para la presentación de ofertas no vinculantes, y la de Catalunya Caixa arrancó ayer con el reparto del cuaderno de venta.
HSBC se suma a las advertencias del mercado
El banco británico HSBC se sumó ayer a los pronósticos pesimistas para la economía española al anunciar una estimación de contracción del PIB este año del 2%, superior al 1,7% estimaciones por el propio Gobierno y al 1,8% de caída del PIB español que calcula el FMI para este año. Apuntó además que la cantidad necesaria para sanear la banca española sigue siendo "la gran incógnita", si bien se aventura a una estimación de 100.000 millones de euros. Y recuerda que España podría hacer uso para ello del fondo de rescate europeo.Los analistas de HSBC advierten además del progresivo agotamiento de la capacidad de los bancos españoles de seguir adquiriendo deuda pública española, ante la necesidad de afrontar sus propios vencimientos y de cumplir con los criterios más estrictos de capitalización.
Novagalicia
Guindos recordó que Novagalicia tiene de plazo hasta septiembre para encontrar inversores. "El FROB y el Banco de España tienen plena confianza en Novagalicia", que seguirá jugando "un papel importante en la financiación de la economía gallega", añadió.