Dos filiales de Nozar presentan convenio de acreedores
Lena y Desarrollos Urbanísticos Ribarroja, de la familia Nozaleda, se declararon en concurso hace más de dos años
La constructora Lena y la promotora Desarrollos Urbanísticos Ribarroja, controladas por la familia Nozaleda, que llevan en concurso más de dos años, presentarán convenio de acreedores el próximo mes.
El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid ha declarado, en autos fechados a principios de este mes, la finalización de la fase común de los procedimientos concursales de ambas empresas, y ha convocado junta de acreedores para el próximo día 28 de junio.
El grupo Nozar no quiso ayer comentar estas informaciones.
Nozar creó Lena Construcción en 1985; el nombre de la empresa es un acrónimo de Luis Emilio Nozaleda Arenas, quien a la fecha de la solicitud de concurso de acreedores figuraba como presidente de la compañía. Hasta el año 2000, Lena desarrolló actividades de gestión de obras contratadas por Nozar y a partir de entonces comenzó a trabajar como sociedad constructora.
En ese segundo periodo la empresa incrementó sus ingresos, pasando de un negocio de 15 millones en 2001 a 169 millones en 2007. Pero también aumentó en esos años el pasivo exigible, especialmente los acreedores a corto plazo, que pasaron de 10,4 millones en 2001 a 104,9 millones en 2007.
La administración concursal nombrada por el juez en Lena, integrada por Soledad García, de la Agencia Tributaria, y los abogados Javier Ramos y Ángel Rojo, advertía en su informe concursal presentado a principios de 2010 que la solución del concurso (liquidación o convenio) está en función de la disposición de los acreedores a aceptar una propuesta de convenio y "de la continuidad de la actividad social" de la empresa. "La paralización de la actividad social es una hipótesis que en un futuro inmediato no hay que descartar", decía el informe. Además afirmaba que Lena "se ha vaciado patrimonialmente por acudir en auxilio financiero de la sociedad dominante".
Nozar, la compañía matriz de los Nozaleda, se declaró en concurso de acreedores en septiembre de 2009, con unos 700 millones de euros de deuda. De acuerdo a fuentes conocedoras del proceso concursal de Nozar, este va todavía más despacio que el de sus filiales. En el mismo quedan por solucionarse incidentes de calado como son las demandas presentadas por la administración concursal de Nozar contra pagos millonarios realizados por la compañía a Reyal Urbis, Colonial y a una sociedad de Enrique Bañuelos cuando este controlaba la inmobiliaria Astroc.