El Gobierno impone un arbitraje en Iberia y el Sepla desconvoca la huelga
El Consejo de Ministros ha decidido intervenir en la larga crisis que vive Iberia y sus pilotos. Las partes deben ponerse de acuerdo en el nombre de un árbritro y se someterán a una mediación cuyo laudo final será de obligado cumplimento. El Sela ha desconvocado las huelgas hasta julio.
La crisis de Iberia derivada de las huelgas que sus pilotos mantienen desde hace meses en protesta por el lanzamiento de la filial de bajo coste Iberia Express y por la reforma de su convenio, da un vuelco.
El Gobierno, por decisión del Consejo de Ministros, ha decidido intervenir de forma directa en el conflicto dictando una orden para que ambas partes sometan sus diferencias a un arbitraje con solución final en un laudo de obligado cumplimiento . Por su parte el sindicato de pilotos, Sepla, ha decidido desconvocar todas las huelgas que tenía convocadas hasta julio.
La dirección de Iberia y del sindicato de pilotos, Sepla, deben ponerse de acuerdo en el nombramiento del árbitro que entenderá el proceso. De no alcanzar un pacto será el propio Gobierno el que tome la decisión. El arbitraje se establece de acuerdo con la ley de huelga de 1978 y no establece plazos para que se dicte el laudo. En ocasiones anteriores, no obstante, la decisión se adoptó en el plazo de una semana.
La clave para descifrar el contenido de este arbitraje será la definición de temas sobre los que el mediador tendrá que decidir. Según la tesis de los pilotos se deberá abordar la legalidad de la puesta en funcionamiento de Iberia Express, la low cost de corto y medio radio creada por Iberia en marzo. Según las tesis de la compañía el arbitraje tendrá que centrarse en el contenido del convenio colectivo de los tripulantes, ya que la creación de la low cost es competencia exclusiva de la empresa.
El Gobierno toma la decisión de intervenir en el conflicto justo el día en el que la aerolínea cancela un total de 122 vuelos en la sexta jornada de paros del Sepla de este mes, tras convocar huelga todos los lunes y viernes desde el pasado 9 de abril hasta el próximo 20 de julio.
La compañía ha cifrado en tres millones de euros diarios el impacto de la huelga de sus pilotos, con lo que solo en este mes de abril, con siete jornadas de paros, las pérdidas alcanzarán los 21 millones de euros, superando los 40 millones de euros desde que comenzaron las primeras jornadas de huelga a mediados de diciembre.
Arbitrajes en marcha
La aprobación del arbitraje con laudo por el Gobierno, tendrá también influencia en la iniciativa lanzada por Iberia hace dos semanas. Amparándose en la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy la anunció la decisión de aplicar una reducción de sus costes por la actividad de los pilotos de un 20% e iniciativas para incrementar su productividad un 25%. Según lo establecido en esta reforma, pilotos e Iberia están comprometidos con un calendario de negociaciones en el que, en el probable caso que no alcance el acuerdo, concluirá con un laudo de obligado cumplimiento en un plazo de aproximadamente 50 días contados a partir del pasado miércoles 18 de abril.
La anteriore mediación como referente
El exministro Manuel Pimentel protagonizó a finales de marzo el primer intento de mediación en el conflicto entre Iberia y sus pilotos.
Aunque el arbitraje quedó frustrado, la propuesta de acuerdo que redactó entonces y que las partes rechazaron supone un punto de referencia para la suerte que pueda tener un posible laudo.
Pimentel redactó un documento en el que explicaba las circunstancias en las que había discurrido la difícil mediación y resumió su propuesta en siete puntos. En primer término, planteaba que la creación de Iberia Express "no afectará a ninguno de los puestos de trabajo de pilotos", y de manera paralela, "la dirección de Iberia se compromete a no tramitar ningún tipo de despido colectivo u objetivo".
Con el fin de "facilitar la carrera profesional de los actuales copilotos de Iberia", propuso que se articule "un sistema de acceso voluntario para ocupar las vacantes de comandantes de la nueva compañía en las condiciones laborales de Iberia Express".
Como contraprestación, "Express podrá elegir entre los pilotos (de la matriz) que cumplan unos criterios mínimos y objetivos". Dejaba en manos del futuro convenio colectivo la regulación de "las condiciones de excedencia y retorno" a la matriz de estos profesionales.
En otro punto, Pimentel planteaba que el nuevo convenio "contemplará las condiciones de acceso, en su caso, a Iberia de los pilotos contratados en inicio por Iberia Express".
También planteaba la creación de "nuevos niveles inferiores de entrada en el escalafón y sus consiguientes niveles salariales".
Otro de los aspectos abordados era la duración del nuevo convenio de los pilotos, que tendrá una "vigencia hasta el 31 de diciembre de 2014".
Finalmente se proponía que "Iberia deberá comprometerse a informar al Sepla "de la evolución del plan estratégico en lo que afecte a la operación aeronáutica de sus pilotos, así como del proceso de traspaso de aeronaves a Iberia Express" y, por último, las partes mantendrán la paz social.