Giro a la izquierda de Francia tras vencer Hollande a Sarkozy
El candidato socialista en las elecciones presidenciales en Francia, François Hollande, obtuvo el domingo un 28,56% de los votos, seguido del 27% del presidente saliente, Nicolas Sarkozy, que se convierte en el primer presidente que pierde en primera vuelta. Hollande parte como favorito para llegar al Elíseo el 6 de mayo. Marine Le Pen logra un resultado histórico para la ultraderecha con el 18,1% de los votos.
Vuelco hacia la izquierda en la segunda economía de la zona euro. Con el 99% del voto escrutado, el líder socialista François Hollande aventaja en un punto y medio al presidente de la República, Nicolas Sarkozy, lo que le coloca con ventaja para la segunda vuelta el 6 de mayo. El líder conservador sufre los estragos de la crisis y obtiene cuatro puntos menos de los logrados hace cinco años, y se hace con un récord negativo: es el primer presidente de la V República que no gana la primera ronda en su intento de reelección.
Hollande, eso sí, consigue la victoria más estrecha que anunciaban las encuestas, pero mejora en dos puntos el resultado alcanzada , hace un lustro por Ségolène Royal, su expareja y madre de sus cuatro hijos. Además, es el primer candidato socialista que logra vencer en una primera vuelta desde Lionel Jospin en 1995.
En tercera posición se colocó la candidata del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, que obtuvo un 18,01 % de los votos, según las cifras suministradas por el Ministerio del Interior. A continuación se sitúa el candidato de izquierdas Jean-Luc Mélenchon, con un 11,13 %, y el centrista François Bayrou, que alcanzó un 9,11 % de los sufragios.
La victoria de Hollande da esperanzas a una demacrada izquierda europea. El líder socialista ha celebrado su victoria postulándose como "el candidato para reorientar a Europa sobre el camino del crecimiento". "Los resultados son un voto de confianza a mi proyecto para devolver a Francia el crecimiento y el empleo", ha proclamado orgulloso en la sede del PS. "El cambio está en marcha", ha asegurado.
Nicolas Sarkozy, por su parte, aseguró en su discurso tras conocerse los resultados que comprendía "los temores" de sus compatriotas y les pidió apoyo para la segunda vuelta.
"Conozco los deberes", agregó el presidente, quien mencionó entre esos "temores" que citó el "respeto de nuestras fronteras", el "control de la inmigración" y la preservación del "modo de vida" de los franceses, que dijo que se ha convertido en la "cuestión central" de esta elección
æpermil;xito ultraderechista
El otro gran nombre de la jornada ha sido el de Marine Le Pen. La hija del veterano líder ultraderechista ha superado los mejores resultados de su padre y ha llevado al Frente Nacional (FN) al mejor resultado de su historia, con un 18,12% de los votos. Le Pen se mostró exultante con las estimaciones disponibles y dijo que la batalla por Francia "no ha hecho más que empezar", aunque no precisó cuándo enviará una consigna a sus votantes para que opten o no por apoyar a Sarkozy en la segunda ronda.
El vigor demostrado en las urnas por el partido de Le Pen daría la razón a quienes consideraron que la aproximación de Sarkozy al campo de la ultraderecha, sobre todo en la recta final de la campaña, no le proporcionó réditos suficientes. La segunda vuelta se presenta a priori más fácil para el aspirante socialista, toda vez que los votantes de izquierdas en Francia le darán su apoyo, en muchos casos no tanto por su poder de convicción como para ahuyentar cualquier presagio de un segundo mandato de Sarkozy.
Tanto la candidata ecologista, Eva Joly, como el del Frente de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, ya han hecho llamamientos al voto de la izquierda para sacar a Sarkozy del Elíseo.