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Empresas tecnológicas

La firma de capital riesgo israelí Vertex busca inversores españoles para su próximo fondo

Vertex, la principal sociedad de capital riesgo israelí, creada en 1997 y especializada en inversiones en empresas tecnológicas de reciente creación, ha contactado con potenciales inversores españoles para participar en su próximo fondo.

La firma, con un capital de 600 millones de dólares bajo gestión, prevé cerrar este año un nuevo fondo con 150 millones de dólares. Entre sus principales inversores figuran entidades financieras estadounidenses, asiáticas y europeas, además de israelíes. Hasta ahora ningún inversor español ha participado en los fondos de la sociedad. "Esperamos contar con alguno esta vez", comentó ayer en un encuentro con periodistas celebrado en Madrid Ehud Levy, socio de la firma, que dijo haberse entrevistado estos días con representantes de entidades financieras españolas para sondear su posible interés por participar en el próximo fondo de Vertex.

Entre los inversores de la sociedad también se encuentran multinacionales tecnológicas como Lenovo, Siemens, Fujitsu, NTT o Hitachi.

El modelo israelí

El ejecutivo de Vertex defiende el modelo israelí de inversión en innovación y la participación del capital riesgo en su desarrollo. Un modelo que también la Cámara de Comercio de Israel se esfuerza por trasladar al Gobierno español. "Es el mejor momento para que España lo siga", afirmó. "Los cambios llegan cuando no se tiene más opción, como ahora con la crisis".

Israel, con siete millones de habitantes, dedica un 4,5% de su PIB a inversión en innovación, la tasa más alta del mundo. "Israel no tuvo más remedio hace unos años que apostar por esa inversión", dijo. "No tenemos recursos naturales, ni un gran mercado local y nuestros vecinos no es que sean muy amistosos con nosotros", comentó. "Gracias a esa apuesta en Israel se crean ahora 600 empresas tecnológicas cada año", añadió.

El modelo israelí en este sentido se basa en la inversión conjunta del Estado y el capital riesgo bajo un control exhaustivo del destino del dinero. Así como en un ejercicio por motivar a los jóvenes para dedicarse a la investigación y por incentivar la vuelta al país de científicos que salieron al extranjero.

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